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Londres, Inglaterra 1883

Después de que Alicia cruzara el espejo del país de las maravillas, pasaron años y Alicia creció y creó una familia. Alicia tubo una hija llamada Elizabeth. Elizabeth creció escuchando las historias de su madre sobre el País de las Maravillas y lo maravilloso que era estar allí, le contó sobre sus aventuras y las personas que conoció allí.

Elizabeth había oído tantas historias sobre el País de las Maravillas que le pidió a su madre que la llevara allí, pero Alicia siempre le explicaba que no podía llevarla, ya que no estaba en su poder hacer tal cosa, ya que ella ya no podía volver allí. A la mañana siguiente cuando despertó no encontró a su madre solo encontró una nota que decía que volvería más tarde. "A dónde fue mi madre", piensa, su padre había muerto en la guerra hace unos años, así que estaba completamente sola en casa.

Mientras Elizabeth esperaba a su madre, fue a jugar al patio de la casa. Mientras jugaba, escucha algo, fue como un susurro que la llamó. "Elizabeth... Elizabeth...." Elizabeth siguió el susurro hasta que cayó en un agujero muy grande donde quedó inconsciente.

Cuando se despertó, se dio cuenta de que ya no estaba en casa, todo era diferente hasta que lo reconoció por las historias de su madre que era el País de las Maravillas, pero todo se veía diferente, oscuro y sombrío. El cielo era verde, y todo olía a podrido, no parecía el país de las maravillas del que su madre le había hablado y que anhelaba tanto visitar.

Elizabeth comenzó a caminar explorando lo que aparentemente era el País de las Maravillas, cada vez que daba un paso, sentía que alguien la estaba siguiendo, cada vez aceleraba más sus pasos hasta que comenzó a correr, pero no veía a dónde iba, y terminó chocando con algo o mejor dicho con alguien.

Delante de Elizabeth había un hombre que llevaba un sombrero y tenía el pelo rojo y maquillaje en la cara, por un momento pensó que era el sombrerero loco, pero algo andaba mal, parecía extraño. El hombre seguía mirándola y eso la asustó hasta el punto de querer huir, pero ella no podía moverse era como si estuviera paralizada de pies a cabeza. El hombre intentó acercarse a ella pero ella reaccionó y se escapó.

Detrás de ella podía oír sus pasos acercándose se escondió en donde pudo y él seguía corriendo dejando una risa oscura diciendo: "¿Dónde estás, Elizabeth?". Ella se abstuvo de gritar para que él no la encontrara.

Cuando ya no se escuchan los pasos, Elizabeth salió de su escondite para buscar una manera de salir de ese lugar. Después de unos minutos, llegó a un castillo que no inspiraba ninguna confianza, pero incluso, por lo que ella entró en busca de una manera de salir de ese oscuro país de las maravillas y volver a casa.

Mientras buscaba, comenzó a escuchar voces que venían de una habitación cercana, cuanto más se acercaba, menos reconocía las voces.

Cuando llegó frente a la puerta de la habitación, la abrió con cuidado con la esperanza de que no la escucharan, lo cual logró, así que entró con cuidado, cuando estaba lo suficientemente escondida, pudo ver al sombrerero loco y a otras personas que reconoció por las historias de su madre como: La reina blanca, los gemelos Tweedledum y Tweedle-dee, El conejo blanco y el gato sonriente.

No sabía de qué estaban hablando, pero de momento permanecieron en silencio y se volvieron para verla, se asustó ya que la estaban mirando con una cara muy oscura, se estaban acercando a ella, Elizabeth se escapó tan rápido como pudo hasta que el sombrerero la tomó por el pelo obligándola a regresar a la habitación donde estaban todos antes. Se acercaban a ella con armas y risas macabras, lo último que Elizabeth escuchó fue "Bienvenida al País de las Maravillas, Elizabeth".

El final.

This is Not WonderlandWhere stories live. Discover now