All too well [Caius Vulturi Fanfic] [Finalizada]

epílogo

La ausencia de Leah se notaba, le había pedido a Sam ya no hacer más guardias nocturnas ya que no iba a poder estar presente, Sam accedió dudoso, últimamente Leah había estado un poco extraña y ellos lo atribuían a que era por lo sucedido con la chupasangre

—Seth, habla con tu hermana, está muy extraña —dice Paul

—Lo he intentado, pero siempre dice que está ocupada y cuando entra en fase mantiene sus pensamientos lo más ocultos posible —responde él —. Me preocupa

—Ya me cansé —Finaliza Paul y entra en casa de los Clearwater

Los demás siguen a Paul escuchando los reclamos del menor, no era buena idea que se metieran en las cosas de su hermana, pero ellos no iban a escuchar.

 Entran en la habitación de Leah, Paul empieza a ver por los alrededores viendo si hay algo que destaca por sobre lo demás, encontrándose así una pequeña tarjeta en el suelo

—¿Una tarjeta de presentación? ¿Leah buscaba trabajo? —pregunta Jared

—No, no lo hacía

—Aquí hay otra, pero no tiene su nombre, tiene el nombre de la chupa sangre —dice Quill

Eso llamó la atención de todos, se acercan todos y ponen una tarjeta al lado de la otra para compararlas, aunque la caligrafía no fuera la misma, tenían la misma estética, ambas tenían el nombre y abajo un número para contactar en casos de emergencia, no entendían nada

—La curiosidad les ganó ¿verdad? —la voz de Leah detrás de ellos hizo que se sobresaltaran

—Creímos que habías salido —dice Sam

—Lo hice, pero Emily me avisó de esto —se abre paso entre ellos y se sienta en la cama —. ¿Quieren la historia larga o la corta?

—La que sea más cómoda para ti, no queremos incomodarte —dice Seth

—Bien, solo sigo el legado de Chiara, ella salía por las noches para ayudar a las chicas de que nada malo les pasara, ella les entregaba su tarjeta y les ayudaba cuando la situación era compleja, luego de su muerte empecé a hacer lo mismo. De alguna forma me ayuda sentirla aún conmigo, además, me gusta ayudar y ser útil de esa forma —explica sin dar muchos detalles

—¿Por qué no nos dijiste? Entiendo que hayas querido dejarlo para ti, pero en verdad nos tenías preocupados —dice Seth sentándose a su lado

—Leah, somos una manada, estamos juntos en esto, quieres ayudar a los demás, pero dime ¿quién te ayuda a ti? No dudes en decirnos si algo pasa, estamos aquí para ayudarte en todo, no tienes que guardártelo todo —dice Sam —. Todos sabemos lo fuerte que eres y que podrías hacerle frente a cualquier cosa, pero eso no significa que debas estar sola, todos necesitamos a alguien y ya me refiero a algo psicológico a algo mental. No te impediremos que sigas con esto, todo lo contrario, pero quiero que sepas que estamos aquí para escucharte y ayudarte.

—Gracias —sonríe ella.

Eran pocas veces las que ellos habían visto a Leah sonreír y mucho menos una tan sincera como esa. Por fin sentían que podían estar tranquilos y que las cosas estaban bien entre todos.