36. A la mierda la fiesta

84 8 0
                                    

A Chuuya le encantó todo lo que hizo Dazai por él. Incluso Albatross se quedó maravillado con todo eso que nunca se esperaría de Dazai y le dio un codazo para que deje de fingir ser fuerte adelante de los demás y vaya a hablar seriamente con Dazai.
Chuuya hizo caso y lo tomó del brazo para arrastrarlo hasta el cuarto. El resto se quedó mirando la escena entre risas porque les daba ternura que Chuuya sea haga tan el orgulloso y ponga la excusa del perro. Finalmente a solas, Chuuya trabó la puerta y respiró hondo para encontrar las palabras adecuadas.

—No hace falta que digas nada Chuu. Si te incomoda no importa, se que estas feliz por todo.

—Dazai, quiero decirtelo igual. —Respondió firme y serio.

—Te escucho entonces. —Dijo sonriente.

—Gracias. No solo por todas estas cosas tan hermosas que haces por mi, sino porque esto significa más que simples gestos de amor. Se que de ahora en adelante quiero compartir mi vida con vos y aunque no haya perro... —Dijo esta última oración bromeando. —Aunque no haya perro yo estoy más que conforme con dar paso a una relación con vos. Te amo tanto que me puse muy tenso y no se como demostrarlo. Juro que es mas fuerte que lo que estas escuchando. —Ahora Chuuya no pudo seguir conteniendo sus lágrimas y lloró de tanta felicidad como había imaginado que iba a pasar.

Dazai no dijo nada. Se acercó directo a abrazarlo. Chuuya creía que no era tan expresivo pero lo era muchísimo más que él y tenía tantas ganas de llorar como él pero se contuvo. Chuuya sentía como el corazón de Dazai latía con rapidez y le estaba transmitiendo tanto amor que se sentía hermoso.

Chuuya no aguantó más y lo besó con tanta pasión que lo tiró en la cama y siguió besándolo hasta que tuvo que separarse a tomar aire.
Dazai estaba tan feliz y sorprendido que olvidó por completo que allá estaban todas las visitas esperando a que arranque la fiesta y lo recordó porque escuchó que golpeaban la puerta. Era Atsushi.

Como habían pasado 20 minutos y ni Chuuya ni Dazai volvían con los demás, no estaban seguros si empezar la fiesta sin los anfitriones presentes.
El problema era que nadie quería acercarse a la puerta de la habitación a llamarlos.

De pronto se formó un debate de quien podía ir a arriesgarse y todo terminó en empujar a Atsushi en contra de su voluntad hasta la puerta de la habitación. Finalmente llamó.

—Perdón que los interrumpa ¿Estan bien? La gente pregunta si pueden empezar la fiesta sin ustedes.

—Ahora vamos. —Respondió Dazai.

—Si, ahora vamos. Pueden empezar sin nosotros igual. —Respondió también Chuuya sosteniendo la mano de Dazai para que no abra aún la puerta.

Atsushi dio el ok y en menos de 1 minuto Tachihara ya había puesto la musica fuerte y Yosano destapó las botellas de vino.

Chuuya se reía de escuchar tanto bullicio pero no dejó que Dazai salga de la habitación.

—¿Qué pasa Chuu? ¿No querés ir a tomar vino?

—Es que todavía estoy muy eufórico para ir a la fiesta...

—Me quedo acá sentado en la cama con vos hasta que estes listo amor. —Respondió sonriente sentándose y mirando a Chuuya que estaba completamente avergonzado. —¿Chuuya?

—Quiero seguir besándote.

Chuuya se sentó encima de él y continuó con sus besos apasionados que Dazai hubiese preferido detener porque estaba demasiado caliente desde que Chuuya lo tiró en la cama hasta la actualidad que lo tenía encima muy motivado en seguir.

—Dazai... ¿Estas seguro que no necesitas pedirme algo?

—¿Pedirte que? —Preguntó con la voz ronca producto de la excitación que sentía despues de separarse un momento del cuello de Chuuya.

AU SOUKOKU || Fiesta AppleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora