CAPITULO 2

86 9 2
                                    

Años Atrás......

Narrador

Despertó enjaulado, no vio a sus padres, intento buscarlos con la mirada, pero se detuvo, recordó como fue separado de ellos.

Los humanos destruyeron su hogar, no entendía el porque, si siempre se mantuvieron aislados.

Ahora se encontraba en una jaula, vio el lugar en el que estaba. Era una habitación bien amoblada, de colores pálidos. Sus ojos se detuvieron en una pintura, que mostraba un hermoso bosque con una noche estrellada.

— Lo compraré, será mí nueva colección.- la voz de un hombre mayor se escuchó detrás de la puerta lo cual hiso que se asustara y empezará a temblar.

— perfecto, el precio es.....

— no me importa saber el precio, mi administrador le dará un cofre de oro y plata.- habló interrumpiendo al otro hombre.

— muchas gracias, es tan generoso.- agradeció mientras abría la puerta de aquella gigantesca habitación.- aquí está el príncipe dragón.- habló ingresando y dirigiéndose a la jaula de oro.- es todo suyo, haga con él lo que le plazca, al fin y al cabo ya le pertenece.- habló sonriendo.

— dime, ¿Es un Omega?.- preguntó mirando al pequeño pelinegro, quien le veía con horror.

— pensé que sería un alfa por su linaje real, pero resultó ser un Omega dominante.- respondió caminando hacia la mesa de mármol para buscar la llave de aquella jaula.- su linaje de Omega proviene de su madre, una humana de alta categoría, fue la princesa que unió dos naciones distintas en raza. Dicen que se casó con el príncipe dragón por obligación, solo lo hiso para salvar a su reino.- contó sacando la llave de oro que se encontraba dentro de los cajones de la mesa.

— pensé que los dragones odiaban cualquier relación con los humanos.- comento sin dejar de ver al pequeño.

— lo sé, y es verdad, el rey dragón odiaba a todos los humanos y más a los del reino vecino, por lo que hubo guerra entre ellos. Pero como la guerra no cesaba y los de su raza estaban por extinguirse decidió aceptar el tratado de paz del enemigo.- se acercó a la jaula y con la llave la abrió.- después de la boda de los príncipes, la paz volvió, y con ello los humanos de ese reino se empezaron a mezclar con los dragones, fue así que surgió una nueva raza, los híbridos como este niño.- miro con desden al pequeño que solo los miraba con temor y duda.

— vaya, no sabía de esta historia, nunca me gustó saber de historia, pero creo que ahora me interesa un poco.- se acercó más a la jaula, se puso de cuclillas para ver mejor al menor.- así que tus padres nunca se amaron y solo se casaron por un tratado, que estupidez.- comento con burla.

Había escuchado y entendido todo, "sus padres no se amaban", pero que idiotes, él sabía mas que nadie el gran amor que se tenían sus padres. Ese hombre alto y viejo no sabía lo que hablaba, solo decía estupideces.

No le gustaba como le miraba aquel sujeto de mirada azul, esos ojos que solo reflejaban ambición, lujuria y maldad. Su cuerpo solo temblaba y su mirada mostraba temor por lo que le vaya a pasar. No quería imaginarse que le pasará pero los pensamientos negativos no dejan de molestarle, si tan solo sus padres estuvieran ahí con él, o si Kats le pudiera salvar, pero que tontería, si él también es un niño de 10 años como el. No podía ponerle en peligro, estaba bien así, ahí el solo.

Había dejado de escuchar la conversación de ambos adultos, pero el comentario del hombre alto, piel blanca, cabellos negros y ojos azules le enfureció.

— Ellos se aman, no se casaron por un tratado.- habló con furia, como se atrevía ese hombre a hablar así de sus padres.- los estúpidos son ustedes.- insultó a ambos adultos quienes fruncieron el ceño y sus caras se arrugaron del enojo que estaban sintiendo.

CRUEL DESTINO. [BAKUSHIMA-TODODEKU-SHINKAMI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora