𝗖𝗿𝗼𝗻𝗶𝗰 𝗠𝗼𝗻𝘁𝗵𝘀.

04.

"Mis sentimientos fueron indiferentes para ti, verdad?

Doceavo mes

La torrencial lluvia caía con fuerza, Madara observaba detrás del vidrio de la ventana de la habitación de hospital donde estaba su hija recibiendo tratamiento. La veía cada ves más acabada y demacrada, su hermoso cabello rosa estaba perdiendo brillo. Sus ojos jades se ven más opacos y su rostro pálido y demacrado lo llenan de tristeza.

Ha cuidado de ella, la ha amado y velado por ella como si fuera su propia hija, pero no pudo salvarla de esa maldita enfermedad. Por que el destino se empeña en ser cruel?

Es lo que todos los días se pregunta, el lleva cargando con una pesada loza desde hace años atrás y siente todavía la culpa por la muerte de sus amigos por que no pudo hacer nada para evitarlo. Aún así, Sakura es lo único que le queda, y si ella se va tendrá que aceptarlo con profundo dolor. Pero hacerse a la idea de que nunca podra ser feliz como lo desea, por que siempre pierde a quienes más ama.

Observando las nubes grises, le recuerdan a quien más amo en su vida, esa mujer, le encantaban los días de lluvia por que decía que podía apreciar las gotas, truenos y relámpagos con sus nubes grises. Por qué en los días de lluvia las personas eran más sentimentales y profundas que en los soleados.

La extraña y mucho, pero ella no sentía lo mismo que él y debía dejarla ser feliz con quien de verdad amaba. Pero él destino se la quito y el se sentía como el culpable de no haberla protegido.

Sabía o sospechaba de las intenciones de su sobrino con su hija, aunque quisiera alejarlo, amenazarlo con que se aleje de su hija, no puede. Por qué Sakura es feliz con él y lo ama con tanta devoción que no quiere arrebatar las ilusiones de su niña, con lo difícil que era ella abrirse al amor por sus pocas esperanzas de vida. No quería acabar con sus ilusiones pero no sabía cómo terminaría todo esto.

Solo espera que todo al final quede en el lugar donde debe estar.

Sakura, hija. Perdón por no haber cumplído mi promesa.

Reacción en cadena

Sakura se sentía extrañamente feliz, apesar de su deplorable estado y sentirse cada ves más débil, quería ir con Sasuke y contarle su enfermedad, lo había mantenido oculto por que no quería que sintiera lastima por ella, pero estaba decidida a contarlo por que si pasaba sus últimos momentos quería hacerlo con él. Guardarlo en su memoria y inmortalizarlo en su corazón.

Se sentía débil, no había podido dormir bien debido a malestares como vómito, dolor muscular y una horrible migraña. Siempre que vomitaba sangre salía de la comisura de su boca. Era algo inevitable, pero se había acostumbrado.

Llegaba a la escuela con Utakata, el iba en compañía de su novia Hotaru, se sentía feliz por el, había superado su enamoramiento de la infancia por ella y ahora se veía como todo un idiota enamorado de la rubia. Era muy simpática y amable también se preocupa por ella y su estado.

Entraban a los pasillos que daban a los casilleros de la escuela, cuando caminaban veía las miradas de incómodad y otras de burla hacia ella. Le parecía extraño y le inquietaba pues ella nunca había sido vista de esa forma, hasta que sintió como un tipo por detrás le gritaba algo y intentaba tocarla de forma inapropiada y abusiva.

Utakata de inmediato agarro al tipo por el cuello de su camisa y lo estampó en un casillero sacándole un gemido de dolor al tipo, le exigió que le sucedía y por que se atrevía a tocar a su amiga de esa forma. El tipo solo se burló.

"Amiga? si es una zorra, mira por ti mismo" - El tipo le extendió una hoja, Utakata la tomó y sus ojos se abrieron con impresión. Sakura no entendía hasta que vio a Hotaru ver los casilleros y habían más hojas pegadas con fotografías.