Obsesión.

"Sus carcajadas"

Como la mierda me levanté ese día, odiaba cada vez que me tocaban turnos de noche y solo lograba dormir 4 horas porque tenía turno de mañana, ¿qué le hice a la vida para der pobre? Efectivamente, nacer.

Miré somnoliento el teléfono, tenía no se cuantos mensajes en el grupo de trabajo, nunca parábamos, nunca había alguien descansando, era obvio, somos una jodida empresa policial y el descanso no es opción. Leí cuidadosamente cada mensaje esperando actualización sobre mi caso, ese jodido bastardo había vuelto a atacar y no logramos coincidir, siempre deja mierdas de pistas que estaban claras, nunca lo atraparíamos a este paso.

Suspiré con pesar nuevamente sintiendo a mi lado a mi pequeño Marte, mi gato naranja gordo que hacia que rodase por la cama cada noche para darle su espacio, porque la cama es suya, el ya no es ese gatito ciego de la calle, no, el es ahora un ciego con dinero y adicto al pollo tanto como yo al tabaco, curioso, ya que soy asmático.

Louis Tomlinson era quien me quitaba el sueño desde adolescente, la única foto que se publicó en las televisión de él me dejó jodidamente enamorado, ¿esta mal que haya hecho toda una carrera en criminología y me haya hecho varios cursos de investigación solo por el hecho de querer conocerle? Totalmente de acuerdo y no tengo excusa alguna, simplemente amaba su forma de mostrarse al mundo y su manera de escaparse, incluso de mí.

Pesadamente me levanté de mi posesión más preciada que era mi cama, no sabía bien como iba a terminar el día ya que hoy seguro me tocará quedarme haciendo informes y actualizando el caso de él. Cosa que odio. No sé que le cuesta dejar de hacerlo, total, es de los mejores criminales de la historia ya que nunca coincidimos con él, robos de banco, robos virtuales, robos en galerías importantes de arte, matanza a personas totalmente aleatorias, es que no entiendo como sigue en busca y captura.

Mis ojos ese día presentaban un rojo extremo debido a mi falta de sueño y tengo qur ponerme colirio para seguir funcionando, trabajando par una pensión de mierda cuando envejezca, que seguro envejezco solo, ruedo los ojos ante cada pensamiento. Estando ya en mi cuarto de baño lavo mi rostro con agua fría y me coloco una crema para seguir evitando el acné, no crece mucho pelo pero si salen granos, tengo 25 años no soy un adolescente, ¿qué ocurre conmigo?

Seco mi rostro con una toalla y corro a empezar a colocarme mi traje, buscando entre algunas cosas que corbata ponerme, la gris parece irme bien pero la negra me resalta las ojeras por lo que opto por la negra y a paso ligero termino finalmente con mi outfit de policia que le falta una buena mamada.

Seguido de mi gato que se guia por sus bigotes, abro la puerta de su cuarto que es espaciosa y preparada para él para evitarme cualquier destino desagradable, le dejo entrar y compruebo una vez más que su arenero este bien preparado, su comida lista y su cuarto limpio. Sonrio y cierro la puerta, mi hermana, Niley vendrá a ver a Marte dentro de un rato, ella básicamente trabaja así, cuidando mascotas y con las gilipolleces gana lo suficiente para mantenerse y no parecer prostituta de burdel barato.

Ya en la cocina agarro una de mis barritas energéticas y me obligo a comerla, que jodido asco, pero no puedo permitirme desayunar fuera, llevo haciéndolo toda la semana y a este paso tendria que asaltar un banco justo como Blue para mantenerme.

Blue es Louis, así se presentó mi querido amigo el maniático compulsivo.

Abro la puerta de salida no sin antes volver a ver que Marte siguiese en condiciones, nunca le ha ocurrido algo pero no me lo perdonaría si ocurriese. Salgo finalmente de mi departamento, detesto la decoración de los pasillos y esta vez bajo por las escaleras con cierta rapidez, no iba tarde pero cuanto más temprano llegue mejor, me dará tiempo de ir por un café a la máquina y reorganizar mi escritorio por décimo octava vez en lo que va de semana y estamos a Miércoles.

Cuando por fin estuve en el estacionamiento, justo después de saludar al conserje Alassar, entre en mi camioneta negra y en color mate, me había costado dos años de trabajo intenso pero parecía una camioneta de esas que salen en la tele, solo que la mía era mejor.

Después de conducir por mi ciudad hasta mi trabajo que estaba casi a las afueras, noté algo extraño en mi pero no sabía exactamente el que por lo que me limite a dejarlo como un presentimiento, ingresé en la empresa y estacioné, llegué 30 hora antes y eso me daba el tiempo suficiente para poder ordenar ideas.

Cuando algo de mí me dice que mi arma no estaba en condiciones, con rapidez la busco.

¿Buscas esto, pequeño Hazza?