You mean the world to me

Parte 2

Lena recuerda haber visto esa luz brillante, algo hermoso, un destello que la atraía desde alguna parte más allá, tenía 10 años y corría para esconderse después de haber hecho una travesura con Lillian Luthor persiguiéndola mientras gritaba furiosa.
Su única escapatoria era esconderse en la casa del árbol donde ella y su hermano se refugiaban cuando su padre estaba alcoholizado y gritaba, inocentemente para ella era uno de sus lugares favoritos, un lugar donde se sentía segura, donde iba a leer cuando quería escapar de su realidad, y adentrarse en las fantásticas historias de sus libros.

Recuerda la caída antes de poder subir por completo la escalera, y aunque todo era algo borroso por el golpe que se dio, el dolor que sintió fue imposible de olvidar, al igual que la imagen de pequeñas manchas rojas manchando la inmaculada blancura de la nieve a su alrededor, recuerda el terrible frío, la risa de Lex, una risa burlona diciendo lo torpe que era por no poder hacer bien las cosas, ni siquiera escapar correctamente y recuerda los gritos de Lillian.

"Eso te pasa por ser una niña desobediente"
"Levántate ahora Lena"
"Tu padre estara furioso cuando regrese a casa"

Voces, risas y gritos de reclamo, llenos de odio y repulsión fueron lo último que pudo escuchar antes de desear más que nada perderse en esa luz brillante, esperando que su madre estuviera ahí esperando por ella, antes de ceder y caer profundamente deseando, a su corta edad no volver a despertar.

Justo ahora Lena ve la misma luz brillante, hace mucho se pregunto como seria el dia en que su vida terminara, como sería al fin descansar de todo el odio que la rodea por su apellido, cómo sería reencontrarse con su madre y ser feliz para siempre, deseaba tanto ir ahi pero esta vez había algo distinto, esta vez no eran gritos de reclamos, no era odio ni repulsión, esta vez lo que Lena escuchaba a lo lejos eran gritos suplicantes y un llanto desgarrador que le impide entregarse por completo a la inconsciencia.

-Lena mírame, DESPIERTA!!! ¡No me hagas esto! Por favor no.

Ella desea pensar egoístamente y entregarse a la muerte de una vez por todas, librar al mundo de su presencia, ser libre al fin.
Pero ya no es en ella en quien piensa, lo único que quiere es que la mujer que la está sosteniendo en sus brazos pidiéndole que se quede, deje de sufrir, que no derrame mas lagrimas por su culpa pues merece todo lo bueno del mundo, merece ser feliz, lo único que desea para ella es una vida llena de felicidad y aunque Lena deseaba ser ella quien pudiera compartir todo eso con Kara, el destino no estaba de su parte asi que almenos desea que su corazón encuentre la paz que tanto necesita y que no se culpe por nada.
En sus últimos pensamientos antes de dejar escuchar por completo el llanto y susurros de Kara en su oído

-Lena... no me abandones, no puedo perderte de nuevo. Te amo...

Deseo poder haber tenido un poco más de tiempo con ella y poder decirle que en cada vida que compartan juntas en este y en cada universo su corazón siempre le pertenecería.

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El sonido de las olas del mar siempre ha sido uno de los sonidos más armoniosos y hermosos que Kara pudiera escuchar, siempre le ha gustado sentarse frente al mar y admirar los colores perfectamente difuminados de un atardecer, siempre se preguntó cómo sería compartir uno de esos momentos con la persona cpn quien viviría el resto de su vida, contemplar lo hermoso que podía ser el mundo con la persona correcta.

Ahi es donde se encontraba ahora, no recordaba como habia llegado ahi, tal vez está muerta, pensó, y si es asi no le importaba, estaba en su lugar feliz y esto es lo que necesitaba ahora, la paz y la calma que tanto deseaba tener, pero extrañamente una parte de ella le decia que habia algo que le hacia falta.