I'm Takin' Over You

Parte 7

En todo el camino, ninguno de los hombres decía ni una palabra, todo era un completo silencio pero decidí hablar.

-¿A dónde me llevan? Esto es un secuestro, no pueden hacer esto –digo frustrada.

Los hombres continuaban en silencio, sin decir nada más y me limite a mirar la carretera. No sé a dónde íbamos pero, sabía que no estaba cerca de casa pues anteriormente, ya estábamos bastante apartados y esta vez, la ruta no me era nada familiar.

No se cuánto tiempo pasamos dentro del auto pues me quede dormida y al despertar, aun soñolienta, me encontraba en una habitación.

Era bastante amplia, grande para ser exacta, con grandes ventanales, cortinas a juego con las tonalidades pasteles de la habitación, un escritorio, dos sofás y en frente una mesita redonda de vidrio, mesitas de noche a los costados de la cama y... La cama y la habitación en general, parecía algo sacado de un cuento pues esta tenía un marco en el cual, reposaban algunas telas transparentes y recogidas con un pequeño listón.

A mi lado, y sobre la mesita de noche se encontraba una nota, un vaso de agua y una pastilla...

¿Acaso me drogo? –digo para mis adentros. Abrumada por tal idea, moví mi cabeza de un lado a otro para disiparlas. Tome la nota y comencé a leer lo que había en ella:

''Si estás leyendo esto, quiere decir que ya despertaste. Coge la píldora que tienes al lado, descuida, no es una droga y tampoco estas drogada, solo imagino que tienes dolor de cabeza por lo que ha sucedido este día. Relájate, esta es tu habitación de aquí en adelante. Dentro de ella, tienes un tocador y un vestidor donde tendrás todo lo que necesitas. Después de darte una ducha, puedes bajar al comedor y pedir lo que quieras si tienes hambre.

Atte: JK''

Esto tiene que ser una broma –me levanto rápidamente de la cama y comienzo a dar círculos en el lugar. –No puede estar sucediendo esto... ¿Cómo carajos termine aquí? –poso mis manos sobre mi frente, intentado entender pero mi subconsciente se molesta en ''hablar''

-No seas ridícula, cualquier chica de tu edad, mataría por estar en tu lugar –responde mi subconsciente a mi notorio estrés.

Yo, no soy cualquier mujer... Es decir, habían otras formas, ¿no?

-No, tú lo decidiste! –me respondo a mí misma.

Joder, ¿acaso estamos locos? ¿Esto es normal hoy en día?.

Me dispongo a mirar por el ventanal, es de noche, puedo mirar la luna llena desde aquí... En las afueras, se ve bastante iluminado, hay una fuente en el centro y algunos autos parqueados alrededor. La vista sinceramente era hermosa, el lugar era lujoso pero... No estoy de vacaciones, estoy secuestrada.

-¿Dónde estará ahora? ¿Me trajo para dejarme sola? ¿quiere terminar de volverme loca?.

Un sinfín de interrogantes inundaba mi cabeza y me dispongo a buscar mi móvil.

-Lee debe ayudarme –digo para mis adentros.

Comienzo a tocar mi cuerpo, en busca de mi móvil pero no lo consigo, busco por toda la cama pues pensé que tal vez se habría salido de mis bolsillos pero, no había nada.

-Perfecto, ¿algo peor puede pasar? –y como si estuviera haciendo una invocación con aquella frace, escucho sonar un teléfono pero, no era mio.

Dirijo la mirada por toda la habitación en busca de tal aparato y Ding, di con el, estaba sobre el escritorio.

Me dispongo a tomar la llamada:

T/N: *¿Hola?

X: *Veo que ya despertaste... ¿No piensas salir nunca de tu habitación?.

Inmediatamente reconozco la voz del hombre que ha llamado.

T/N: *¿Quién diablos te crees que eres? –pregunto enfadada.

JK: *Soy tu jefe, y como tu jefe, te ordeno que bajes, AHORA! –hace énfasis en esta última palabra con un tono de voz autoritario.

T/N: *No iré a... -la llamada finalizo antes de poder acabar de hablar.

Mis límites de paciencia estaban en cero, no toleraba las ordenes de nadie y mucho menos de un desconocido.

Quejándome para mis adentros y arrepintiéndome de tomar la decisión de acceder a verlo, me dirijo a las escaleras a regañadientes y noto que Jung Kook está hablando por el móvil al pie de las escaleras.

Se gira levemente y nota mi presencia cuando decido cambiar mi mirada a una más penetrante y llena de ira.

Jeon finaliza la llamada cuando estoy por pisar el último escalón y me toma del brazo.

T/N: -Me estas lastimando, suéltame –me quejo.

JK: -No te estoy apretando y estoy seguro de que no eres una mujer débil... camina –ordena.

T/N: -¿A dónde vamos? –pregunto.

JK: -Ya lo veras –responde con una sonrisa de medio lado.