«✦𝟐𝟎 𝐃𝐀𝐘𝐒٭* || (Totalmente Cancelada)ˡᵘᶜᵏⁱᵗʸ»

Prologo 😯😯😯😯😯😯

6:00 a.m

Los finos hilos brillosos que daba el sol al salir de su escondite hacían que el nocturno cielo se volviera de tonos rojizos y anaranjados. El amanecer era precioso, el sonido de los pájaros recién despiertos le daban ánimos para abrir sus peculiares ojos, y al estar en sus 5 sentidos pudo oler el delicioso aroma a la naturaleza que rodeaban su pequeño castillo totalmente negro.

Se reincorporó con lentitud, y al acomodarse bien, pudo dar un largo bostezo que llamo la atención de su caballo Muerte, el cual estaba en una esquina de la habitación, en la parte donde se encontraban los cofres que debía acomodar en el nuevo piso se arriba que había hecho.

También debía que agrandar aún más la zona de pesca, y hacer las tareas diarias que daban los integrantes del reconstruido pueblo.

Ahora que lo pensaba, tenía muchas cosas que hacer.

Suspiró cansado al recordarse ello, y con la esperanza de distraerse un rato de sus tareas achino sus ojos para poder ver bien en la oscuridad de su habitación.

Alcanzo a ver a Flor dormida pegada a su pierna izquierda, a la vaca parecida a él pegada a su otra pierna, y a Anselmo y Calamardo acurrucados cerca del horno encendido. Por lo menos tenía una excusa del por qué no debía pararse, no quería interrumpir el sueño de ambos animales que se encontraban durmiendo en su cama.

Pero sabía que no podía escaparse de sus responsabilidades por mucho tiempo, y el quejido que había soltado Muerte parecía que era un aviso de su deber.

- Solo... Solo un rato más.

Le hablo a su caballo, el cual le respondió con otro de sus quejidos. Luzu lo interpretó como una aceptación a su pequeño descanso, y con sumo cuidado, volteo su cabeza hacia la ventana que se encontraba detrás suyo, viendo cómo el sol resplandecia aún más en el ahora celeste cielo.

Hasta que una tos irrumpió su admiración.

- joder, cómo me duele la garganta, tío.

Luzu recién notaba que su voz era mucho más grave y ronca de lo normal, necesitaba agua urgente.

- que cansancio...

Murmuró nuevamente con lentitud, mientras que poco a poco quitaba las suaves sábanas de encima suyo y se paraba de su cómoda cama, la cual le hacía ojitos para que vuelva a utilizarla, cosa que obviamente no hizo.

¿Tenía planes para hoy? Obviamente ¿Ganas? Ni una, pero por los resultados y sobre todo por los karmacoins valía su esfuerzo.

- .

- ¿Desde cuándo deje ese horno encendido?

Y luego de una auto-regañada a si mismo por olvidarse aquella comida que ni si quiera recordaba haber puesto en el horno- dejandola quemarse por completo- comenzó su ajetreado día.

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