Capítulo 3: El Síndrome de Estocolmo te lleva

21 3 0
                                    

Aquél hombre lobo te observaba de manera extraña, dado a que tú no eras un venado.

—Aunque no seas un venado, tienes cuernos, podrías cumplir su función —dijo, para luego tomarte en brazos y correr.

Una vez en su cueva, te ató a una piedra. Te daba de comer tierra, pero te consiguió tu casa de campaña y cobijas para que no pases frío, debido a tu falta de pelo.

—Aquí tienes, pelona —te dijo.

—Gracias, mi pinchesho —respondiste enamorada.

—¿Ya no lele pancha? —pregunta angustiado

—Estoy embarazada.

Fin de la historia

Espero que les haya gustado leer esta nueva y larga historia.

Gracias a los que me apoyaron desde el primer capítulo, hasta el capítulo mil, que es el final. 🥺🙌

Mi hombre lobo (Austin × tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora