Capitulo Unico

1.6K 117 158
                                    

Esta obra no es de mi pertenencia

link de la historia: https://archiveofourown.org/works/36759025?view_adult=true

Obito no era fan de salir de noche y menos a tomar con sus amigos, pero Hidan había insistido tanto que estuvo tentando a empujarlo por las escaleras en cierto punto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Obito no era fan de salir de noche y menos a tomar con sus amigos, pero Hidan había insistido tanto que estuvo tentando a empujarlo por las escaleras en cierto punto. Al final acepto y se encontró en un bar a altas horas de la noche.

Iba por su segunda ronda de vodka y ya estaba cansado y aburrido.

Vio a su amigo varias veces pero no le tomo mucha importancia. Hidan trabajó en ese lugar desde hace ya varios años y los había invitado solo para que conocieran a su «novio», aunque lo más probable es que sea un viejo con dinero.

—La música está muy fuerte.— le dijo Deidara a su lado. Habían intentado conversar, pero no se podía debido a la alta música y debería estar gritando.

—Ahora vuelvo!— le aviso Obito, tocándole el hombro mientras se levantaba y se mezclo entre las personas del lugar, intentando alejarse lo más posible de la multitud y la música.

Encontró un espacio en un sofá en un rincón en el que la música se escuchaba muy baja, por lo que se sentó y saco su celular.

«Más te vale no emborracharte o mamá te va a regañar muy feo.»

Leyó el mensaje de su hermano menor y solo envío un emoji sacándole la lengua. Salió del chat de Shisui y se metió al de Rin, que le decía algo parecido.

—Se te ve muy aburrido— Obito levantó la vista de su celular, encontrándose con un chico albino mucho más bajo que él y que, por alguna razón, ocultaba la mitad inferior de su rostro con un cubrebocas, lo que lo intrigo—. ¿A ti también te arrastraron aquí?

—La verdad, sí. Es un dolor en el culo.— respondió Obito, subiendo la voz para que lo escuche, la música de todas formas se seguía bastante.

—¿Puedo?— el chico dijo el espacio vacío en el sofá a su lado con la cabeza, ya que llevaba las manos ocupadas con dos tragos de cerveza.

—Adelante.

Obito asintió con la cabeza y el chico se sentó, ofreciéndole uno de los tragos.

—Gracias.— acepto Obito.

—Iba con mi amigo, pero lo ví divirtiéndose por ahí y decidí encontrar a alguien quien me haga compañía y tú fuiste el desafortunado.— le comentaba, mintiendo solamente en lo último, lo había visto a la distancia desde hace ya un buen rato y decidió acercarse a toda costa, lo logro cuando se había alejado de su compañero rubio.

Obito soltó una risita y le dió un trago a la cerveza.

—No lo creo, agradezco tu compañía.

27 cmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora