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Seguí corriendo cada vez más fuerte.

Me pare para tomar aire ,entre a la cafetería y pedí un chocolate saliendo solo me fui directo a el departamento.

Abrí la puerta y salieron unos chicos con unos calzones en la mano,solo cerré la puerta.

—Creí que todos los chicos se fueron en la mañana — miré a las chicas,. Me senté en una silla del comedor en dónde todas estaban reunidas.

—Si bueno faltaban algunos— dijo Micaela mientras mordía un pedazo de pizza que ya estaba mordido. Su cabello rojo estaba revuelto.

—¿Algunos?— dije mientras bebía de mi chocolate.

—Si nada importante—dijo Maddy.

—Quedamos que solo sería una fiesta por semana o inclusive por mes— dije mientras comía de el ramen que prepararon las chicas.

Lo bueno de no vivir sola es que comes de todo.

—Si bueno yo cambié el contrato— Mon me sonrió.

—Desde cuando odias las fiestas — Maddy estaba sentada frente a mi por lo cual me mira fijamente.

—No es que las odie simplemente estoy muy vieja para ir a una — por cierto me duele la espalda tendré que poner pomada de rana.

—Antes eras fanática de las fiestas— dijo Maddy mientras comía ramen— hasta baila de perrito

Las chicas soltaron una risita, que vergüenza.

—Era joven— dije un poco avergonzada.

—Ajá,solo pasaron unossss...— en ese momento Maddy pensó tanto que creí que su cabeza iba a colapsar.

—Cinco años— dije,sucedieron cinco años desde que me mudé.

—Cierto cinco años ,— Maddy me miró y se quedó pensando — retiro lo dicho si que estás vieja .

Suspiré y comí de el ramen.

—Cierto, adivina quién está en tu habitación— Mon me miró mientras las otras se miraban entre si.

—Calla— dijo Maddy.

—¿Quién?— pregunté mirando a las chicas.

—Dixon— dijo Mon mientras negaba.

Me levanté y me dirigí hacia mi habitación abrí la puerta y lo miré, estaba acostado.

—Amor— Dixon parecía feliz yo solo lo miré, el estaba acostado en mi cama me recargue en la pared. — se que estás enojada conmigo y lo siento mucho

Lo examiné de arriba hacia abajo y solo tenía unos boxers de color negro con franjas blancas.

—Vístete — caminé hacia mi ventana para abrir esta, solo sentí unas manos en mi cintura lo volteo a ver de mala manera.

—Podemos hacer otras cosas  que no sea agregar ropa— sentí su voz en mi cuello.

—No quiero— quité sus manos bruscamente.

—¡Ciara llevamos casi dos meses y nunca hemos tenido sexo!—  grito el.

—¿A quien carajos le importa?, ¡Al parecer solo me quieres por sexo!— alce tanto mi voz que creí que se me rompería.

—¡A mí me importa y si solo te quiero para eso! ¿para que más?— el alzó la voz un poco más — aveces creo que solo me quieres por interés

Solté una risita

—¿Interés? ,No tienes nada que ofrecer y si lo tuvieras no me aprovecharía de alguien tan imbecil cómo tú — caminé directo por su ropa y empecé a empujar a el ,los dos salimos de mi habitación aún lo seguía empujando el me miraba de mala manera.

Petalos brillantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora