Capítulo 25

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Serví el vino en el vaso de plástico y lo llevé a mi boca, eran las once de la noche y yo estaba sentado en un bar, eran demasiados golpes en poco tiempo, limpiaba las lágrimas que se resbalaban de mi rostro y veía el celular, Zoro y Law llamaban, Zoro era un buen amigo...Sanji era un omega afortunado, tenía un alfa maravilloso a su lado, serví otro vaso y seguí escuchando la música, cuando el bar tender me vio grito haciendo que todos me vieran

- ¡¿Qué quieres escuchar jefe?!

- ¡Un vallenato! – grite - pero si me consciente no me voy a ir

Le escuche reír - ¿entonces cual quieres escuchar?

- ¡Todo de cabeza!

Los alaridos de los que estábamos allí se escucharon cuando empezó a sonar

Esta es mi canción de despedida
será lo mejor para los dos
pues no soy el dueño de tu vida
y lo más grave
no sé por qué no lo entiende el corazón
dime cómo hago para explicarle
a mi alma envuelta entre la fe
que aunque es muy difícil olvidarte
debo intentarlo
porque creo que nunca te podré tener...
si no deseas que me marche
demuestra que al igual que yo quieres amarme
y que también te estás muriendo por besarme
y así yo intentaré esperarte
hasta cuándo decidas entregarte
a este hombre que ha hecho todo para enamorarte

Llore y llore mientras cantaba, quería sacar todo, quería aliviar el dolor que mi alma guardaba, tantos días de soledad y noches de tristeza, queriendo a gritos de silencio una compañía

porque estoy enloqueciendo
y tengo todo de cabeza
te voy a seguir queriendo aunque tú no te des cuenta
que el maldito sufrimiento, es quién causa mi tristeza
y de paso a mi conquista le va quitando la fuerza
que no puedo darte el mundo
para nadie es un secreto
pero sólo te aseguro, que serás mi amor eterno
quién controle mi futuro, y me saque de este infierno
donde lo bello y lo puro se destruye con el tiempo.

Quería sacar las palabras de Zoro, el diagnostico tan cruel que me entregaban, recibirlo allí, más solo que nunca, porque tenía un alfa pero seguía solo, no podía contarle a Ace o nadie podría calmarlo y su bebe estaba a punto de nacer, era como antes, solo me quedaba ser fuerte por mi mismo, no llorar frente a mis seres queridos y fingir sonrisas, tome otro vaso de vino y al ver que se acababa pedí otro, mi celular vibraba y el nombre de Law se visualizaba en la pantalla, todo parecía una pesadilla, en qué momento mi cuento de hadas se volvió un cuento de terror, reí y llore y la segunda canción empezó a sonar, tierra mala resonó

Para que desear tus besos si tus labios no quieren
Porque soñar un amor que no existe en ti
Porque fijar la esperanza en algo que ya ha muerto
Si al final de la ilusión no hay un día que no sea gris si si

Sembré semillas de amor en forma desde niño
Las cuidé con ilusión rodeándolas de cariño
Y alguien sembró una pasión que acabó lo bonito
Pero recogí dolor porque nacieron espinos

Cante hasta que mi voz se apagó, seguí allí escuchando y no supe cuánto tiempo paso, en la mesa que estaba a mi lado una joven lloraba...y sus amigas pidieron otra canción, ahora iniciaba 200 copas, reí y las veía cantar a pulmón herido, alce mi vaso y cante con ellas, cuando me di cuenta todos estábamos en la misma mesa, no sabia sus nombres pero aquí estábamos todos sufriendo por diferentes penas, cuando volví a ver la hora eran las tres de la mañana, pedí un taxi y llegue a casa, sabía que estaba muy tomado pero poco me importaba, si me podía morir en una cirugía todo me valía lo mismo, ahora que todo era una maldita broma, no quería luchar más, tome las llaves y con la poca coordinación y consciencia intente abrirla, por los ruidos en la reja vi a Law salir con cara de pocos amigos, esa que ya me había acostumbrado a ver

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