𝐦𝐲 𝐬𝐩𝐞𝐜𝐢𝐚𝐥 𝐧𝐨𝐭𝐞𝐛𝐨𝐨𝐤 𝐩𝐭. 𝟑

66 2 4
                                    

Era viernes por la mañana. Noriko se había despertado unos minutos más temprano de lo normal y no intentó volver a dormir un poco más, su cuerpo estaba en otro modo: Se encontraba irremediablemente excitada. Sin embargo, pensó que era muy temprano para andar pensando en esas cosas, y sabía que con lo sensible que estaba su feminidad, gemiría sin parar con un razonable miedo a despertar a sus padres y a su hermano.

La idea de montarse en su almohada y rozarse se veía tentadora, pero ella sabía muy bien cómo su mente se pondría en blanco y solo podría pensar en Jotaro si lo hacía, y con precaución de "inspirarse" mucho en ello, prefirió irse a dar una ducha, para luego hacer el desayuno y arreglarse antes de tiempo.

Justamente así transcurrió su mañana, quiso ir caminando hacía el colegio con Noriaki para despejarse ya que de todos modos iban más que puntuales. Su hermano iba hablando sobre un nuevo videojuego que compró y que estaba muy emocionado en jugarlo al regresar del colegio, pero Noriko no podía prestarle atención, ella sentía como si no le estuviera hablando pues, se había dado cuenta que aguantarse en la mañana no había sido una buena idea y no podía dejar de pensar en que necesitaba ser saciada, Jotaro era lo único que estaba en su mente y podía empezar a sentir como el interior de sus muslos se ponían sensibles y a medida de que caminaba más, más temblaba, en ese momento se preguntó mentalmente "¿Dónde habré dejado "ese cuaderno"? ", "¿Por qué no se me ocurrió escribir nada en el para mitigar esto?". Se sintió idiota, y su cara no ayudaba porque su rostro denotaba cierta preocupación mientras se sonrojaba y su paso se hacía más lento.

- ¿Nori, todo bien? - Le preguntó Kakyoin de forma abrupta pues estaba muy enfocado en explicar el lore de su nuevo videojuego.

- Ya casi es verano, y sabes que sufro fácil de mareos por calor. - Dijo titubeante, justificándose.

- ¡¿No desayunaste bien de nuevo?! Ay, ya te vas a debilitar. - Noriaki se pusó una mano en la frente mientras le reclamaba.

- No, no, comí bien, tranquilo. Solo es el calor. - Afirmó para no causar problemas.

- Umm... ¡ok! . - Prosiguió con la charla. - Bueno, como decía, creo que sería estupendo poder jugarlo con alguien, así que le diré a Jotaro que venga después de clases a casa.

La Kakyoin de cabellos largos se emocionó un poco por saber que Jotaro podría ir a la casa el día de hoy... pero, definitivamente no era bueno para ella sabiendo cómo estaba, en momentos así evitaba verlo para no exacerbar más sus ganas, así que Noriko respondió con normalidad a lo que su hermano le comentó.

Por otro lado, Jotaro estaba en la parte de la azotea en el colegio. A veces llegaba temprano para fumar sin molestias, a nadie le gustaba estar en la azotea con tanto sol. Fue ahí cuando recordó que hoy le diría a Noriko para encontrarse en una apartada aula después de clases, ahí le daría su cuaderno. Este chico nunca fue bueno para expresarse, aún no sabía bien cómo iba a empezar a explicarle la situación, pero si algo sabía es que sería una confesión muy extraña, y que podía salir bien o podía salir muy mal. Tal vez se llevaría una buena bofetada por parte de Noriko al saber que leyó sus fantasías privadas, o incluso no querría volver a saber más sobre él, por otra parte, puede que le correspondiera y hasta comprenda el porqué lo hizo, de todos modos, Jotaro era muy franco y a Noriko le gustaba su frontalidad. Jotaro tenía miedo, pero estaba muy intrigado y excitado de pensar en qué sucedería si podría cumplir esos deseos en ese momento, la mera idea hacía que sintiera como se apretaba la parte de su entrepierna en las telas de su pantalón.

El día de clases no fue tan usual. Jotaro intercambiaba más miradas con Noriko de lo habitual, normalmente eran sin intención, pero cuando Noriko se volteaba para hablar con Jouko, veía como en la esquina diagonal a ella estaba Jotaro mirándola desde su asiento, cómo si estuviera por decirle algo en cualquier momento. Si ella se fijaba de más en la mirada de Jotaro, podría decir que pareciera como si se la quisiera comer con la mirada. El azabache era malo con las palabras, pero definitivamente una sola mirada de él podía decir mucho, aunque Noriko creía que su mirada lascivia era más bien producto de la imaginación de ella, pues pensaba que tal vez no se había recuperado del todo de lo de mañana y ya estaba viendo cosas raras en el chico que le gustaba. De todas formas, eso no quitaba que adentro la estuviera volviendo loca ser mirada con deseo por él.

 𝐣𝐨𝐭𝐚𝐤𝐚𝐤 𝐧𝐬𝐟𝐰 ♡ 𝐣𝐨𝐭𝐚𝐫𝐨 𝐱 𝐟𝐞𝐦! 𝐤𝐚𝐤𝐲𝐨𝐢𝐧 ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora