CAPITULO 1

1.8K 75 11
                                    







JENNIFER

Me sentía cansada, durante larga parte de la noche no pude pegar un ojo, todo estaba silencioso y Oliver dormía al lado mío. Me había quitado toda la cobija que me dio Andrea. Siempre ha hecho lo mismo desde pequeños.

Dentro de mí todavía había desconfianza era en parte por lo que no quería dormir aun, sin embargo, poco a poco el cansancio me empezó a invadir, sentía los ojos cada vez más pesados ya al punto de cerrarse, decidí ceder y descansar un rato.

-Carl ven aquí

-mama ahora estoy jugando con Sofia

-Hijo tengo que cortarte el pelo, ya lo tienes demasiado largo

Estaba retomando la conciencia mientras escuchaba la conversación de afuera, tenía frio así que me voltee para quitarle la cobija a Oli. Pero a mi lado ya no había nadie, ¿en dónde se había metido mi hermano?, siempre que se va sin avisarme me preocupa. Decidí levantarme y ver si lograba saber en donde estaba Oliver, empecé a ponerme mis calcetines y luego mis botas. Me coloco la mini daga que me regalo mi padre al entrar a las Unidades especiales Delta, era de el cuándo era un cadete. La coloco en mi bota por si acaso y mi cinturón de armamento.

Estaba cerrando la entrada de la casa de acampar cuando escucho una voz muy familiar

Oliver estaba hablando con Andrea, están sonriéndose y... riéndose mutuamente al lado de la fogata que hicieron ayer por la noche. Odio arruinarles el momento... que sea por el que están pasando, pero necesitaba hablar con Oliver

-hola- llego por en medio de los dos- lamento hacer esto, pero si no te importa me lo robo, gracias

No les di ni tiempo de contestar cuando ya me encontraba jalando a Oliver hacia un lugar donde pudiéramos hablar solos

-¿qué te pasa Jenn?

-estaba preocupada por ti, no me avisaste que salías, está bien que estas personas nos ayudaron y nos dieron un lugar en su grupo siempre se los agradeceré, enserio, pero tampoco te confíes, nunca se puede confiar del todo en alguien. Siempre recuérdalo.

-Jenn en primer lugar, hermanita -me acaricia el cabello- no te desperté porque estabas dormida, ambos sabemos que no has podido dormir bien desde... desde que empezó todo esto. Y te veías tan cansada que decidí dejarte dormir, solamente fue por eso.

Miré hacia al suelo detallando mis botas, en realidad, tenía un buen punto, tenía aproximadamente dos meses que dormía por lo máximo 3 o 4 horas. Ayer pude dormir mejor.

-pero bueno cambiando de tema adivina que te traje de comer -me sonríe muy angelicalmente y levanto mi vista hacia el-

-o por dios eso me da miedo -lo miro con desconfianza fingida-

-vamos adivina

-mm, ¿una rata?

Me mira con cara de decepción, siempre frunce el ceño, se cruza de brazos, inhala y exhala para agarrar paciencia y finalmente me mira con los ojos entrecerrados. Seguido de esto se va a indignar y luego vamos a terminar riéndonos

-enserio crees que YO -se toca el pecho- TU HERMANO HERMOSO, te traería una rata para que comas, esto es indignante

Y si, exactamente como lo pensé, como si no lo conociera.

-no hermanito, yo sé que tu jamás me traerías eso de comer, bueno y aunque eso me hubieras traído igual me lo hubiera comido, me muero de hambre

-hay enserio te amo -se acerca y me abraza- pero bueno vamos a que comas porque lo deje... no, no, no

CARNE Y HUESO // Daryl Dixon (EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora