Se que esta mal, pero no lo puedo evitar

195 3 0
                                    


Nunca imagine que me besaría con este chico, si alguna vez alguien me lo hubiese dicho , nunca lo hubiese creído. Hacia ya un tiempo que venia notando un cambio extraño de el hacia mi. Sus miradas, sus saludos, sus constantes mensajes para "saber como me iba, que tal había pasado el día, que hacia y demás ..." Era extraño porque nuestra amistad no iba mas allá de simples saludos y conversaciones sobre bailes, esto era lo único que nos unía y el hecho de que el tuvo una pequeña relación (si es que así se le puede llamar) con una amiga-hermana mía. También sus constantes relajos por un desliz que tuvimos un gran amigo de él y yo. Ya van entendiendo el porque de mi frustración, el porque nunca me imagine en el pasillo de un gran teatro besando tan apasionadamente a este chico y el correspondiéndome, como si hubiese sido algo que ambos deseábamos hace tiempo.

Ese día en aquel teatro habíamos pasado un buen rato entre amigos, risas, bailes, chistes ... El había pasado la tarde tras de mi, jugando, haciéndome reír como si fuéramos grandes amigos. Ya cayendo la noche era hora de que todos volviésemos a casa, mientras todos abandonaban el gran teatro, el me acompañaba a recoger mis cosas para partir a casa, en un momento sentí como su mano paso por mis caderas y como su aliento se sentía tan cerca de mi nuca y como de sus labios brotaron las siguientes palabras: "quiero besarte" . Sentí como mi corazón estalló, mis pupilas se dilataron, mi sexo enloqueció y mi mente solo se preguntaba "que demonios está pasando". Riendo a carcajadas solo supe responder: " Loco anda, vámonos que todos nos esperan abajo". El sonriendo solo se limito a seguirme sin decir una sola palabra, mientras bajamos los escalados le escuche decir: "eres una miedosa" y lo mire con una cara de sorpresa y solo me limité a reír. Cuando íbamos por el pasillo que casi nos lleva a la salida, sentí como unas cálidas manos me halaban de golpe a un rincón de ese largo pasillo y solo sentí como sus labios suavemente tocaban los mios y como su sexo enloquecía al mismo ritmo que el mio y nuestras respiraciones.

PECADORESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora