¿Y esta qué?

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Los días habían pasado tan rápido e invisibles que no sé en qué estuve pasando todos esos días. Alex y yo hablábamos todos los días, ya era parte de nuestra rutina diaria el saludarnos a las 7:30 am cada mañana, el preguntarnos si ya habíamos comido al pasar el medio día y a las 8:00 pm ver si habíamos llegado bien cada uno a casa, de allí partían nuestras veladas de largas conversaciones, de muchas risas, llenas de halagos e insinuaciones ustedes entienden... Alex empezó a invitarme a lugares para que se yo, supongo que para que pasaramos buenos momentos lamentablemente yo nunca podía, habia empezado la universidad y mi tiempo era más corto que lo que puede durar un juguete de los que traen la cajita feliz de McDonald's. En verdad todo se había vuelto perfecto, ya nadie nos juzgaba por lo que teníamos, ya Mabel no era un problema o bueno, eso parecía... De verdad caminar las calles de la mano de él era un sueño en carne, me sentía tan feliz que aún ahora no sé cómo explicárselos. Sus besos, sus miradas, sus sonrisas, sus caricias, él era eso malo que yo tanto necesitaba en mi vida tan aburrida.

Una tarde estábamos en el cine, veíamos "Batman the arkangnight" Batman era nuestro super héroe favorito, hasta eso este pinche cabron y yo teníamos en común. Al terminar la película Alex me invitó unos tacos, mientras esperábamos su teléfono sonó y al ver la pantalla su mirada cambio por completo, realmente pensé que algo malo había sucedido... Alex se disculpo un segundo y camino hacia la puerta para contestar diciendo: "¿ahora que coños quieres? ; ¿estas en mi casa? ; ahora salgo para allá... Al regresar nuevamente se disculpo pero esta vez me dijo que debía volver a casa a ayudar a su madre con algo que había vuelto una mierda, todo mi cara con sus manos, me miró con aquellos ojos negros azabache en los cuales por más oscuros yo me perdía y beso mi frente para luego solo decir "hablamos luego" e irse.

Pasaron varios días y Alex no daba ningún tipo de señal de que estuviese vivo jaja, no en verdad, no sabia nada de el, no respondía mis llamadas ni mis mensajes y tampoco mi teléfono recibía los suyos. ¿Qué había pasado?; ¿sería que se había olvidado de mi? ¡Qué triste, ¿no?!.. Decidí buscar algo en que entretener mi mente para dejar de pensar en el y de esperar su llamada, aquella tarde de verano mi madre grito desde la sala mi nombre y luego procedió a decir "te llaman, un chico, un tal Alexander" al voltearse ya mi ser estaba tirado en el mueble diciendo: "¡si, hola!". Alex me saludo tan carismáticamente como siempre, y me invitó a ver unas películas en su cada y a ver unos libros que había comprado en la feria del pueblo, no lo pensé dos veces, inmediatamente le respondí: "a las 5 esta bien". Pase el resto de la tarde contando los minutos para estar en su jardín tocando el timbre pensando como saludaria a su madre. Mientras casi llegaba a su casa mi celular sonó, era un mensaje, Alex me decía: "Disculpame nueva vez, otra vez debo ayudar a mi madre en algo, ahora mismo voy de salida, espero que no estés tan cerca de mi casa así no será tan pesado el que hallas salido en valde"... Ya yo estaba en la esquina de su condominio cuando me detuve a leer eso, de repente lo ví, ahí, de la mano de una chica, flaca, pelo largo color rubio, que lo miraba perdidamente mientras ambos reían a carcajadas y se montaban en el auto de Alex. Solo me quede ahí, mirando como el carro negro de espejos oscuros pasaba por mi frente sin siquiera verme... ¿Y está qué?

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⏰ Última actualización: Apr 16, 2016 ⏰

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