Envenenaste mi presencia
la dejaste desnudaCreyendo que verías a través
no encontraste más que
mi piel al descubierto
tu hambre moliendo el esqueleto
escarbando tan adentro
pudriendo lo más profundo de mi serAún puedo ver
tu juicio sobre mi cuerpo
bajo un foco iluminando directo
al dolorCon un sabor agrío
amor caducado
cuerda hecha de tus ansias
me tiene atado el corazón de pies y manos
Mis cicatrices se vuelven herida
al escuchar -desagradecida-
pero en tu mano solo había
un tallo con espinas
que pensé que cortarías