Prologo

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Dentro de un universo donde las castas del mas alto rango son consideradas lo mas sustancial e indispensable tanto para una buena vida y un futuro prospero. Creadas específicamente para separar a la sociedad desde el nacimiento, por rango físico, cultural y sobre todo económico.

Las subdivisiones están en medio de su apogeo, los mas privilegiados tienen permitido elegir, los mas prestigiosos linajes siempre se permitirán seleccionar a de las mejores clases sociales.

No hay nada mejor que poder elegir a una pareja con un buen rango o con la fortuna de llegar ser sangre pura. O otra suerte, encontrar a tu predestinado. Al menos, para aquellos que podían permitirse y elegir a las castas de mayor prestigio. Otros... no corrían con la misma suerte, pero, ¿Cuándo no ha sido la vida injusta para todos?

Nacer dentro de una de descendencia pura, se considera lo mas afortunado y conveniente para el resto de tu vida. Claro, entre mejor la clase social en la que nacías, significaba una vida llena de beneficios preeminencia y superioridad.

Y eso jamás pasaba por alto por las familias de los mas destacados linajes, especialmente tanto alfas como omegas. Se aseguraban que sus progenitores tuvieras la descendencia mas pura posible.

Se convirtió en algo tan imprescindible, la presión social lo exigía. Que las familias aseguraran lo mejor para su futura descendencia. No importaba que arriesgar ante ello.

-¡Claro que deberías hacerlo!, actualmente todo ya esta arreglado. -la voz algo irritada del patriarca salía por segunda vez. Evidentemente al ser la cabeza de la familia no podía permitirse el perder la calma. Sereno firme e imponente, capaz de dirigir a tu familia, era lo que el patriarca mayor consideraba un alfa digno de respetar.

-Pero -otro suspiro hizo que se callaran. A pesar de el ser también un alfa, sabia quien era el líder en ese instante.

-Piensa en el futuro de ese cachorro, te estoy ofreciendo que tu hijo viva en lo mas alto de las castas. -Un matrimonio arreglado, eran algo tan típico y tradicional en hoy en día, y mucho mas dentro de su familia. Unos cuantos llegaban a salvarse por suerte.

Ahora el siendo el hermano mayor, cumpliendo al fin con una edad la cual estaba lo suficientemente adecuada según para el patriarca, llegaba el momento de casarse y concebir un nuevo cachorro para la familia. Algo que ya estuvo organizado desde que era un niño, por ser el primer hijo alfa de los Yoo, era indispensable dejar en alto el nombre de la familia.

Y ese momento había llegado, siendo contactado por su padre después de años. Ahora frente suyo, dictándole otra vez ordenes desde que tiene memoria, con su típico tabaco costoso en mano. Al menos de eso podía morirse antes, pensó.

-Señor, aun siguiendo con el linaje puro.

-Sabes que de esa forma se hacen las cosas en este lugar, nosotros nos aseguramos que nuestra descendencia siga de esa forma. -voto el fastidioso humo expandiéndose frente suyo con un olor desagradable. -La alfa elegida con quien te casaras es pura, eso asegura un mayor porcentaje de lo que se quiere conseguir y prevenir.

-No creo que funcione. Yo la verdad no se-

-Hijo, hijo, hijo. ¿A pesar de los años sigues oponiéndote a mí? ¿Has olvidado todo lo que te enseñé y lo primordial que era el linaje? Te volviste tan blando en mi ausencia...

-De ninguna forma señor. -Por sus palabras su lobo se sintió ofendido.

-Entonces sabes lo suficiente para saber, que primeramente es priorizar la casta, si en el primer intento logras obtener al alfa que se espera, pasando los años puedes irte con un amante y tener su cachorro si lo deseas. -dejo lo poco que le quedaba del cigarrillo, aplastando la punta ya casi consumida -Pero sabes que ese primogénito no será parte de la familia ni contactarnos con ningún derecho y menos llevar el apellido Yoo.

La alfa que fue dominada - 2yeon OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora