Dirty Secret

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«Hay tanto humo cuando no estás cerca.»




La fama, es solo un juego al que jugamos, uno desabrido, pero con el sabor suficiente para hacerte querer más.

También quedó atrapado en este, aun si fue él, el que tomó sus propias decisiones. Decisiones que le habían llevado a ese punto de su vida, pero fueron decisiones coaccionadas por la presión social y su familia.

Yacían en él, el peso de continuar con el legado de su padre y de su abuelo, uno que no tenía cabida en un mundo que él deseaba.

Ahora es un empresario exitoso, su vida  continuó en el punto en que casi estuvo por detenerse y bifurcar un nuevo destino.

Había seguido el camino trazado para él pero, ¿a qué costo?

No era feliz. Y no lo sería completamente nunca, salvo en esos pequeños momentos que podía robar.

Su único pecado, su único cargo de consciencia, aquello que no lo dejaba dormir por las noches, su único arrepentimiento tenía nombre y apellido, Im Jae Beom. 

Su cabello castaño cortado de manera elegante, un poco largo, peinado y fijado con cuidado,  vistiendo un traje de costura impecable que acentuaba su figura a la altura de sus hombros, pero él solo podía pensar en unos hombros más anchos que los suyos mientras miraba su propio reflejo.

Humo y espejos, en el mundo del espectáculo, como en el empresarial, todo es falso, pero a la vez, real, mientras la champaña se mantenga fresca siempre habrá una sonrisa afable.

Encerrado por la tarde y parte de la noche, ha estado tan atrapado en el momento, hay tanto en su cabeza que no puede dejarlo. El dolor en su pecho y la presión en sus hombros es apenas soportable. Se vuelve difícil,  necesita alejarse un poco.

Sin evitarlo, sus pensamientos se deslizan a ese lujo que no puede permitirse, quiere sentir alivio, quiere sentir su toque como bálsamo en sus heridas frescas.

Los cigarrillos llenan sus pulmones, hay alcohol en la habitación, las sustancias se mezclan igual que él lo hace entre aquellos cuerpos que se mueven al ritmo de la música.

Donde antes había silencio ahora hay ruido, hay calor y excesos. Se siente extasiado, una bebida llega a su mano.

Su cabello arreglado en punta, pero ya no es castaño, lo ha teñido de gris especialmente para esa noche, quiere la libertad de ser un rostro más entre la multitud. Lleva una camisa blanca holgada, de mangas largas, abierta en el pecho y un apretado corsé en vino y dorado se ciñe casi con rabia a su cintura, evocando una época antigua, concediéndole un aspecto arrebatador del que apenas es consciente, y que va a juego con el ambiente señorial de aquel club con el que han decidido vestirlo esa noche, una temática de otro tiempo en el que hubo más libertad oculta en la represión y libre albedrío.

La naturaleza del lugar es idónea para sus encuentros, porque incluso en la antigüedad, la heterosexualidad y la homosexualidad coexistían, no es algo que haya nacido con el siglo XXI.

El delineador al rededor de sus ojos se ha corrido un poco con la humedad de aquellos cuerpos apretados entre sí. Jackson es consciente de su atractivo, pero rechaza a cualquiera que se acerca y quiere llegar más allá de un baile con él. Colmado de bebidas y atenciones, danza navegando en la sensación sutil de embriaguez, de los excesos que se ha permitido esa noche.

Permanece ajeno a aquellos ojos café oscuro, de mirada afilada, que están fijos en él desde que lo descubrió en el lugar, y le observan en lo alto de la segunda planta.

Apoyado en el borde y meciendo el vaso entre sus dedos, hace tintinear los hielos, removiendo el contenido antes de acercarlo a sus labios y beber lo último del trago. Es frío, pero la sensación caliente se desliza por su garganta. Acerca el cigarrillo también a sus labios y consume lo que queda antes de tirar la colilla, ha perdido la cuenta de cuántos lleva esa noche, probablemente compite con una chimenea; cuando está agobiado fuma compulsivamente, he ahí un motivo más para venir esa noche, que los vicios hagan lo suyo, aletargar el pensamiento, y potenciar las sensaciones. Siempre ha dicho que le pertenece a los vicios y he ahí abajo, al más adictivo de todos.

Dirty Secret • JackBeom (O.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora