—Sigo pensando que necesitamos un armario más grande —dijo la bella mujer con su mano descansando en su mentón mientras observaba el mueble fijamente. Todo bajo su ojo crítico—. Con las últimas compras no tengo espacio para mis tacones. No tengo espacio para absolutamente nada —reclamó molesta.
ChanYeol, como ya se le era costumbre desde hace años, (poco después de casarse, para ser más precisos) la ignoró sin pronunciarse al respecto. Se trataba de una de sus típicas quejas banales que poco le importaba si se lo preguntaban, aunque tampoco era necesario hacerlo si eras un buen observador, de hecho.
Suspiró con pesadez y continuó leyendo en su laptop los correos de su trabajo, tratando de enfocarse en eso lo más que podía. Al menos de esta manera él no se aburría.
—¿Me estás escuchando? —preguntó con acidez ante el claro desinterés de su esposo. Esperó al menos un asentimiento, pero nada—. ChanYeol, te estoy hablando de un tema serio.
—Lo sé, lo sé —repitió cansino—. Por mientras puedes hacer espacio en mi zona del armario, no tengo problema. Igual no tengo tanta ropa como tú y lo necesitas más que yo.
Eso bastó para que todo rastro de molestia se borrara en el rostro de la bella mujer y sonriera en grande.
Una sonrisa de portada que antes hacía estragos con él y ahora... bueno, ahora solo pensaba que era una linda sonrisa y eso.
—¡¿En serio?! —preguntó emocionada para luego abrazarlo con emoción, rodeándolo con su perfume floral—. Eres el mejor, Chan. —Le dio un beso en su mejilla.
El hombre no respondió nada y retornó su plena atención a la bandeja de entrada de su correo. Así de sencillo era calmarla. A veces se preguntaba si no se aburría de la misma rutina de siempre. O si se había dado cuenta de esta silenciosa corriente en su relación que la volvió una sin chiste, si es que lo que tienen los dos puede considerarse una relación propiamente dicha en primer lugar.
Con precaución ChanYeol guio su mirada a la puerta, comprobando que Suzy se había marchado y finalmente pudo respirar con calma. Lo que le permitió relajar sus músculos optando por una postura más suelta en su propia casa. Era lamentable si lo pensaba.
¿Qué era esto? ¿Por qué se alegraba de que su esposa lo dejara solo? ¿Siquiera tenía algún sentido?
No, jodidamente no, y todas las preguntas tenían una misma respuesta. Sin embargo, aún no estaba listo para aceptarlo, así de simple. ChanYeol siempre se destacó por ser un hombre competitivo y aceptar que se había equivocado no le gustó para nada.
Sobó su sien con pesar. Hace unos años ilusamente creyó que su matrimonio era uno común y corriente hasta que en una de sus tantas citas notó la obvia diferencia entre otras parejas con él y Suzy.
No fue alentador.
Muchas parejas no se quitaban las manos de encima. Aunque eso aplicaba más para los adolescentes, por lo mismo de que andan con las hormonas nublándoles la cabeza, pero había una que otra pareja adulta que estaban en las mismas. Otros preferían decirse cualquier cursilería y a simple vista lucían como unos completos bobos dentro de una atmósfera empalagosa mientras parecían perderse en la mirada del otro. En cambio, unos cuantos se la pasaban discutiendo y enrabiando al otro sin importarles estar en la vía pública, y llamar la atención.
Él y Suzy nunca discutían, al menos no hasta ese nivel. Sin embargo, eso se volvió instantáneamente en un problema ante sus ojos.
Era como si no hubiera sentimientos que los unieran.
No pasión, no rabia, no añoro, no amor. Nada.
Incluso si fueran sentimientos negativos estaría bien para él. Vamos, llevaba casado con ella por cinco años, debía encender algo en él para aún seguir a su lado, pero no era el caso. Sería un milagro que despertara algo en él.

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Lover's Revenge ➳ ChanBaek
FanfictionEl matrimonio para Chanyeol no fue lo que esperó cuando se casó. La rutina diaria lo tenía enfermo y la falta de emoción hacía que su vida a sus ojos sea tan sustancial como un cascarón hueco. Trabaja en una buena empresa, vive en una casa grande, t...