Nota: No pude evitar escribir una segunda parte de esta historia es que cuando llega la inspiración hay que aprovechar :D
------------------------------------------------------------------------------------------------
Contrario de lo que pensaba su hermana Alex, Kara no era prisionera en la mansión de la hechicera Luthor. Podía ir y venir a su gusto, pero siempre debía regresar todos los días y pasar la noche ahí de lo contrario la cláusula de castigo en su contrato tendría efecto y recibiría las consecuencias.
Okey tal vez eso lo hacía sonar como si fuera prisionera, pero fue la misma Kara quien aceptó firmar el contrato y okey tal vez no tuvo otra opción que firmarlo si quería salvar a su hermana, pero en serio, ¡Fue ella quien tomó la decisión final!
Y no era como si Lena la tratara mal, al contrario, recibía un pago por sus servicios, tenía comida y alojamiento gratis, si necesitaba algo podía pedirlo y lo mejor de todo tenía a su disposición inmensidad de ingredientes, algunos exóticos que nunca se imaginó existían, para poder experimentar en sus platillos.
Y si fuera sincera consigo misma, vivir con la hechicera era interesante, malo para su salud por tanto sonrojo, pero interesante... además, ¿A quién no le gustaría poder admirar una belleza como Lena Luthor? Claro, no podía decirle eso a su hermana o seguro le daría un infarto y todo el sacrificio de Kara seria en vano.
Como sea si Alex se quiere enojar con alguien debería enojarse consigo misma por no cuidar su salud, obligando a Kara a entrar a robar a la casa de la hechicera para conseguir el ingrediente necesario para curar a su hermana.
Y claro también, si la rubia hubiera sabido lo que sabe ahora, no habría irrumpido en la casa de Lena, destruyendo su propiedad en el proceso y en cambio habría suplicado por su ayuda para obtener el ingrediente necesario y la altruista hechicera la hubiera ayudado sin dudarlo (Kara ha sido testigo en numerosas ocasiones de personas que tocaban a la puerta suplicando por ayuda y ninguna había sido rechazada).
Pero bueno, Kara no estaba en sus 5 sentidos en ese momento, su hermana estaba muriendo y todo lo que conocía de los Luthor era que usaban magia negra. ¡En serio, no fue su culpa! En todo caso sus aventuras serian una historia interesante para contarle a sus nietos... si es que llega a tenerlos, lo ve difícil porque Lena es bastante posesiva y la verdad Kara tampoco se imagina casándose con algún hombre... con una mujer... ¿Tal vez? Tan solo pensar esto hacia sonrojar a Kara.
------------------------------------------------------------------------------------------------
Lena observaba cómo Kara encorvada en la mesa escribía acelerada en un su diario mientras se reía consigo misma de vez en cuando. Era una visión adorable. Miró el gran reloj en la pared y notó que casi era hora del almuerzo. Hora de molestar a su cocinera favorita... Bueno, Kara era su única cocinera, pero era su persona favorita.
"jejeje." Seguía con su risita la rubia.
"Vaya lo que escribes debe ser bastante gracioso." Interrumpió Lena a la joven quien saltó en su silla del susto.
"¡Lena no hagas eso! ¡Ya te dije que no me gusta que aparezcas de repente!" se quejó Kara tirándole una mirada enojada a la hechicera.
"Querida no aparecí de repente, llevo parada aquí 10 minutos viéndote reír sola."
"¡¿Q-qué y por qué no me dijiste nada?!" dijo ruborizándose Kara
"Te veías muy concentrada y un poco desquiciada riéndote sola, pero adorable." comentó Lena encogiéndose de hombros. Kara quedó más roja y se encorvó más en su silla deseando tener la magia de Lena para desaparecer de la vergüenza.
"C-como sea, ¿por qué me interrumpiste?"
"Es hora de que me alimentessss." Gimoteo como niña chiquita Lena.
"¡No puedo entender cómo es que eres capaz de preparar las pócimas más complejas y extrañas del mundo, pero no puedes ni preparar un simple sándwich!" se quejó la rubia.
"Hey, las pócimas no las tengo que probar, además son ingredientes con medidas extremadamente exactas, cocinar se ve más caótico, aun siguiendo una receta nunca sabe igual las veces que la prepare. ¡Es magia que no domino, Kara!" refunfuño la hechicera. "Kara tu eres la mejor cocinando, haces magia en la cocina"
"...solo tratas de halagarme, la verdad es que eres floja."
"¡Hmp, me ofendes! Como sea, ¿Qué comeremos hoy?" trató de cambiar la conversación Lena, realmente no le gustaba cocinar.
"Emm no tuve tiempo de preparar nada así que... ¿Qué tal unas fajitas de res con chile poblano?"
"¡Pero que no pique Kara, sabes que no me gusta el picante!" hizo berrinche Lena cruzándose de brazos.
"¡Lena no seas llorona, casi ni pica el chile poblano!" contestó Kara.
"Como sea, apúrate que tengo hambre o te convierto en gato." Amenazó la hechicera.
"¿Por qué en gato?" preguntó curiosa Kara, acostumbrada a la amenaza vacías de Lena, la bruja oscura no tenía un pelo de mala en su cabeza, nunca sería capaz de lastimar a Kara.
"Siempre quise una mascota. Aunque ahora que lo pienso te queda mejor ser un cachorro Golden retriever."
"...No sé si eso es un cumplido o un insulto, pero bueno ya deja de distraerme o nunca comeremos"
"Ya me voy, estaré en mi calabozo."
"Lena, el hecho de tener velas oscuras, ambiente frio y paredes llenas de telarañas en la cava de vinos no la hace un calabozo."
"Shhh, ¿Tu que sabes de calabozos de todos modos?" criticó Lena dándole la espalda a Kara para dirigirse a la bodega de vinos.
"Hechicera testaruda" dijo en voz baja la rubia yendo a la cocina para preparar el almuerzo.
"¡SIN VENENO LA COMIDA ESTA VEZ!" gritó Lena ya a medio camino hacia las escaleras que llevan a la cava subterránea.
"NO PROMETO NADA" le contestó Kara sonriendo.
ESTÁS LEYENDO
Supercorp Universos Alternos
RomanceEn todos los universos, en cualquier situación Lena y Kara están destinadas a estar juntas. Pequeñas historias y en cada una supercorp es canon.