*¿puedes lanzar fuego por la boca* pregunto Shouko, ella y Naruto estaban en un restaurante de mariscos, si bien la pelimorada hubiera preferido comer algo más casero la realidad es que ninguno de los dos quería cocinar.
*.... puedo pero no por ser un dragon* le respondió Naruto luego de unos segundos en silencio.
*Shou chan silencio* pidió Naruto extrañando a la chica, sus oídos se movieron un poco antes de notar, como las pocas personas que estaban a su alrededor se detenían de lo que estaban haciendo.
Un silencio incómodo se prolongó por unos segundos, todas las personas viendo fijamente a Naruto sin parpadear, eso hasta que.
*¡Al suelo!* grito Naruto derribando a Shouko, esquivando un garrote de un trol que había aparecido de la nada.
Shouko se quedo en shock al ver a una criatura grotesca que creía sólo era un cuento.
Pronto las demás personas también dejaron sus disfraces, habiendo cuatro orcos, ocho arpías, cinco furias, tres minotauros, cuatro manticoras y hasta un cerbero.
Todos rodeando a Naruto, las alas de este salieron y rodearon a Shouko evitando que una manticora la tocará, con su mano derecha, convertida en una garra corto por la mitad a una arpía.
Dando un salto esquivo al cerbero el cual intento trajarselo de un bocado, todo ante la sorprendida vista de Shouko, quien nunca había visto a su novio saltar, o bueno moverse a una velocidad como esta.
Pero no fue comparado a lo que vio después, lento pero constante cada uno de los monstruos cayeron ante las garras del pelinegro quien no parecía arrepentido.
Sacando su garra de la cabeza del cerbero naruto suspiro, sus manos volviendo a la normalidad.
*creo que esto pudo salir mejor* dijo con cansancio Naruto para luego ver el estado de sorpresa de Shouko, sabiendo que hacer este se acercó a la chica y la abrazo, llevando la cabeza de la chica a su pecho.
*¿estas bien?* pregunto Naruto con preocupación, la chica solo asintió como pudo, su novio ya le había explicado el que eran esas cosas y porque hacían lo que hacían, pero no pudo evitar sentir pena por ellos, saber que estaban condenados a intentar matar a los semidioses era deprimente.
*llévame a casa* le pidió Shouko, tenia que darse una ducha fría para intentar quitarse la muerte de los monstruos de su cabeza.
*claro* le dijo Naruto para tomar la mano de la chica y empezar a caminar hasta su moto.
~~~~Un tiempo después~~~~
*deberías quedarte ya es muy tarde* dijo una mujer idéntica a Shouko sólo que unos años mayor y con el cabello corto.
*no creo que sea lo mejor Shuuko san* dijo Naruto algo nervioso mientras por otro lado Shouko se tapaba la cara con vergüenza.
*dije que te quedaras a dormir* le dijo de una manera más sería Shuuko provocando que el pelinegro tuviera un escalofrío.
*esta bien* murmuró naruto resignado.
*bien, Shouko ve con tu hermano para que le preste algo de ropa a tu novio* empezó Shuuko volviendo a su actitud alegre de siempre.
*mientras tu te vas a bañar, y luego bajan los dos para cenar* ordenó la mujer recibiendo un asentimiento de Naruto.
La komi menor bajo al sótano en el que su hermano se había mudado ase poco, mientras Naruto era guiado por su suegra a la habitación de Shouko.
*bien, en el closet de Shoko hay algunas toallas en los cajones de abajo* le dijo la Shuuko para luego empujar a su yerno adentro y cerrar la puerta.
