Jugando con fuego

Capitulo 2

Estaba poniendo la última prenda de ropa en el closet cuándo tocaron y abrieron la puerta, haciendo qué me volteara a ver quién era.

Amanda: Hola.

Olivia: Hola.

Amanda: Mi madre me dijo que te diera esto, debes tener hambre- Dijo mientras me entregaba un plato con un par de tostadas y un vaso con jugo de naranja.

Olivia: Gracias!, ¿Amanda, no?- Dije sonriendo y ví que empezó a leer uno de los poemas que tenía sobre mi escritorio.

Amanda: Si. Con que te gusta la poesía- Levantó el papel- Nunca había leído ésta- Empezó a leer para si misma.

"Trono de mi mihrab solitario, mi bien, mi amor, mi luna.

Mi amiga más sincera, mi confidente, mi propia existencia, mi sultana, mi único amor.

La más bella de las bellas [...]"

Olivia: Es un clásico!- Cruze los brazos.

Amanda: Para tí será, de verdad, nunca la había leído- Dijo y se concentró nuevamente en el papel.

"Mi primavera, mi amada de cara alegre, mi luz del día, mi corazón, mi hoja risueña...

Mi flor, mi dulce, mi rosa, la única que no me turba en este mundo...

Mi Estambul, mi Caraman, la tierra de mi Anatolia
Mi Badakhshan, [...]"

Amanda: Bada qué?- Preguntó confundida, algo que hizo que yo riera.

Olivia: Es una provincia.

Amanda: ¿Ok?- Dijo aún confundida.

"[...] mi Bagdad y mi Khorasan
Mi mujer de hermosos cabellos, mi amada de ceja curvada, mi amada de ojos peligrosos...

Cantaré tus virtudes siempre
Yo, el amante de corazón atormentado, Muhibbi con los ojos desbordados de lágrimas, yo soy feliz."

Amanda: Esto es muy... ¿Quién lo escribió?- Colocó el papel en el escritorio.

Olivia: Lo escribió El Sultán Solimán, "El magnífico", no creo que sepas quién es- Dijo para luego darle una mordida a su tostada.

Amanda: No, y tampoco me interesa, pero, buen provecho, ah y espero no se te olvide bajar a cenar, no quiero hacer el papel de mesera otra vez- Dijo con un tono muy neutral y yo no respondí, solo me senté en la cama a comer mientras admiraba la vista de la habitación.

Cuándo terminé de comer eran las cuatro y media de la tarde, así que decidí ir al patio de la casa a leer. Al llegar al patio, me senté en un árbol qué estaba a pocos metros de la entrada trasera, me coloqué mis lentes negros y me dispuse a leer, estaba tranquila hasta que un balón cayó muy cerca de dónde yo estaba.

Amanda: Oye rarita!- Dijo gritando a unos 20 metros de dónde me encontraba- Pásame la pelota!- Dijo con la respiración agitada mientras se acercaba.

Olivia: En primer lugar, no soy "rarita"!- Dije con un tono de voz un poco más bajo que el de ella mientras veía que se acercaba.

Amanda: Si, ajá, lo dice la niña que está obsecionada con poemas que fueron escritos hace más de 400 años- Se acercó lo suficiente hasta quedar casi enzima de mi para agarrar la pelota con la que claramente estaba jugando- Gracias por nada!- Dijo alejándose.

"Qué estúpida" - pensé

Horas después...

Beth: Ya es hora de cenar!- Mierda, justo cuando estoy desnuda, apenas poniéndome la ropa interior.

Beth: Niñas, Bajen ya!- Gritó minutos más tarde, yo apenas me estaba poniendo la parte de arriba. Era un conjunto sencillo rosado con negro de shorts y tirantes.

Amanda: Oye rarita- Dice entrando a mi habitación sin previo aviso a lo que yo me volteo y ella me ve prácticamente en ropa interior, rápidamente agarro la sábana que estaba en la cama y la pongo sobre mi cuerpo haciendo que ella soltará una pequeña risita- Baja rápido- me miró nuevamente y se fué.