Luna Nueva

Capítulo 2

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Al día siguiente el castillo estaba alborotado, era la boda del señor, todos los sirvientes estaban divididos, unos prepararon la capilla, los otros hacían el banquete y cierto grupo arreglaba a la futura Reina. Estella tenía un vestido elegante, con un corte princesa, la falda hecha de una tela brillante que acentuaba su cintura estrecha, un escote en forma de corazón y las mangas dejaban al descubierto sus esbeltos hombros y largo cuello, y todo el vestido estaba envuelto con un delicado encaje con piedras brillantes cocidas a mano. Un velo grueso y largo tapaba su bello rostro maquillado para resaltar sus facciones, el negro cabello fue arreglado en un recogido con mechones sueltos que definían un hermoso rostro y adornado con flores y pasadores de diamantes. Simplemente Estella estaba hermosa pero no vería a su padre en su boda, eso la deprimió, pero al tocar el medallón en su cuello se relajón sabiendo que estaba en su corazón.

La boda fue rápida, no pudo ver a su esposo con claridad debido al velo, al darle el beso para sellar su compromiso fue tan rápido que lo sintió como un aleteo de una mariposa en sus labios, pero al menos pudo ver que su cabello era blanco, los ojos eran de color violeta, su cuerpo estaba bien formado y era alto, se sentía pequeña a su lado y le dio un poco de vergüenza saber que se dio un beso con un completo desconocido.

El banquete pasó en un abrir y cerrar de ojos, su esposo no le hablo durante toda la ceremonia, solo habló para decir "Yo acepto", y pudo notar que su voz era dura, gruesa y con mucha autoridad, esa voz le gustó a Estella, con razón su Reino era uno de los mejor organizados y que lo ha llevado hacia el desarrollo. Cuando menos se dio cuenta ya estaba en la habitación principal, pero increíblemente fue dirigida a esta por Sabrina y no por Henry, su esposo, pensó que quizás este no pensaba pasar su primera noche juntos, pero igual espero en la cama con su pesado vestido de novia a tal punto que se durmió por el cansancio.

Un sonido lastimero la sobresalto, la habitación estaba a oscuras pero por la ventana abierta de par en par el resplandor de la luna llena le permitió ver la silueta de algo retorcerse en el suelo de la habitación, Estella se asustó pensó que alguien extraño entró para hacerle daño, quizás la familia real de este Reino tenía muchos enemigos y como ella era la nueva Reina querían eliminarla antes de poder dar a luz a un sucesor, se levantó sigilosamente y por suerte mientras tanteaba la pared donde estaba la cabecera de la cama encontró un atizador para la chimenea, en silencio y con el arma fuertemente tomada por sus manos se acercó al intruso, cuando le iba a dar un golpe, donde fuera, su nombre salió de los labios del extraño.

—Es..te..lla

Era una voz sumamente adolorida, parecía que sufría mucho, pero fuera de eso, el timbre de voz que solo escuchó una vez fue suficiente para poder reconocerla.

—Henry...—Estella se agachó para poder tocarlo.

—Si, soy yo— gemido— debes salir de aquí, ah, ah, por favor no quiero hacerte daño.

—¿Daño? Como vas a hacerme daño, el que está mal eres tú, lo mejor es llamar a alguien para que pueda traer a un médico— dijo Estella muy preocupada por su esposo, y levantándose del suelo con el objetivo de a llamar a un sirviente por medio de la cuerda que está disponible 24 horas.

Pero una mano más grande de lo que pensaba la tomó del brazo fuertemente y la llevó hacia la cama. Un grito ligero escapo de los labios de ella, pero contuvo la respiración cuando la luz de la luna alumbró muy bien al ser que estaba encima suyo.

—Tú... no eres Henry...—logro decir con los ojos bien abiertos y sin pestañar.

Una risa sarcástica salió de la boca de ese ser—Claro que soy tu esposo, solo que esta parte de mí no la conoces.