Capítulo Ocho.

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Los días siguieron pasaron en silencio SeokJin y NamJoon sólo se hablaban lo necesario y las peleas tontas que habían antes desaparecieron, por el momento claro porque siempre después de la lluvia llegaba la calma. Era una metáfora ridícula pero en ese matrimonio así aplicaba siempre.

Era el primer sábado de octubre, la tradición de la familia Kim por parte de SeokJin, era juntarse los primeros sábados del mes en familia para platicar y comer todos juntos, claramente todo eso se esfumó cuando un tercero en discordia de nombre JungKook arruinó todo. La señora Kim, ahora Lee, con el divorcio se dió un respiro y viajó a la isla Jeju, ahí conoció a un buen hombre dos años mayor que ella y por el momento seguían en plan de novios. El hermano mayor indignado por lo que hizo su padre decidió retirarse con sus hijo y esposa y si se veían una vez cada año era milagro. Y SeokJin gracias a NamJoon y que su padre eran muy unidos no le quedó de otra más que seguir yendo a esa ridícula comida. Y ahora con lo del divorcio simplemente eran NamJoon y su suegro, ah y JungKook también.

La casa del señor Kim era enorme, de cinco habitaciones, dos pisos y un jardín interminable con una piscina y jacuzzi. Una parte especial con cocina y asador y en este mismo los dos hombres se encontraban preparando lo que sería una carne asada, JungKook jugando con el perro doberman que su ahora prometido compró especialmente para él.

-Entonces- comenzó el mayor-. Quemaste seis kilos de carne.

-Tal vez perdí el toque- rió tranquilo y su suegro simplemente suspiró-, Tampoco es como si lo hiciera tan seguido últimamente.

-Lo que es bien aprendido nunca se olvida, más bien cuéntame en qué tanto pensabas.

Se encogió de hombros-. No lo sé, siempre estoy perdido en mis pensamientos, todo está pasando muy rápido.

El señor Kim volteó a verlo, sus ojos también se encontraban tristes y aunque nunca lo confesaría en voz alta no negaba que extrañaba su casa llena, las risas de sus nietos y los abrazos de sus hijos. Aún así , si se arriesgó incluso a dejar la vida ya vivida con su ex esposa por JungKook, entonces suponía que lo que sentía realmente era verdadero.

-Cuando le pedí el divorcio a mi esposa yo tenía una razón, NamJoon - continúo viendo al menor tragar pesado-. Conocí a JungKook y no puedes creer lo que sus ojos hicieron en mí, caí totalmente rendido a sus pies y olvidé todos los momentos con la que era mi mujer. Pero a comparación mía yo no creo que SeokJin te haya pedido el divorcio por estar enamorado de otra persona, sino ya lo hubiera hecho obvio y por lo que me dices apenas y conoció a alguien más la semana pasada.

-Aún así, qué se supone que haga. Si ya conoció a alguien e incluso salió a una cita, se supone que ya se acabó todo, no puedo hacer nada.

-Los divorcios en Corea son muy largos, él te pidió el divorcio hace dos semanas y si hubiera sido otro lugar para este momento ya serías un hombre soltero, pero sin embargo acá ni siquiera te ha llegado la solicitud de divorcio, no han agendando cita con el juez ni tampoco han hecho cláusulas de derechos, ¿Entonces? Se supone que el proceso porque por eso mismo lo hacen, no quieren que haya más divorcios y piensan que haciendo eso se evitarán más parejas rotas.

-¿A qué quieres llegar con eso?- preguntó ahora, exasperado.

-Conquista a SeokJin una vez más, pienso que el orden que hacen en este país es una porquería, pero no quisiera que mi hijo se separara del único cuñado que tengo y que gracias a Dios fue el mejor que pude encontrar.

Los dos se sonrieron amenos.

-Cuando lleguemos al momento de las clausulas creo que te pediré como mi propiedad, estoy dejando ir a mi esposo pero cómo voy a dejar ir al hombre que fue más que mi padre.

Cuando pensaron que la tarde pasaría más tranquila de lo que pensaron, sin esperarlo, una cuarta voz apareció.

-Qué bonitos, que bonitos se ven- NamJoon pareció tensarse y el señor Kim sólo frunció el ceño volteando a sus espaldas y encontrando a SeokJin con una mueca de molestia.

-Hijo- comenzó el mayor y por un momento volteó hacía JungKook quien por inercia se pegó más al cachorro y sus ojitos se llenaron de pánico-. No te esperábamos.

-Vengo porque se supone que tú eres mi padre- siguió, acercándose con una bolsa de tela en mano-, Los sábados son de familia.

-SeokJin- trató de hablar el moreno pero este lo interrumpió.

-JungKook no es de la familia, y NamJoon tampoco lo será.

-SeokJin no quiero que empieces a decir tus cosas-

-No me importa, es la verdad, incluso me molesté con mi hermano porque no quiso venir hoy, traté de convencerlo diciéndole que seríamos sólo nosotros tres. ¿Y te quedas de ver con ellos? Pues sabes que, quédate con ellos y no nos molestes más.

Dicho esto aventó la bolsa directo hacia su padre, golpeándolo en el pecho y alertando a los dos menores cuando el señor soltó un quejido de dolor.
Inmediatamente JungKook se acercó.

-¿Cariño, estás bien? - preguntó poniendo una mano en su pecho, y SeokJin soltó una risita sin gracia.

-Está lo suficientemente joven como para casarse una segunda vez, pero está lo suficientemente viejo como para recibir una bolsa con frituras. Ridículo...

Dicho esto dió media vuelta y cuando los demás pensaron que saldría de la casa por tal indignación simplemente subió las escaleras dirigiendose a la que era su habitación.

-Mi Suegro y Yo -

-jkookie.

Mi Suegro Y Yo -NamJin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora