Capítulo 24

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Nos vestimos y salimos del salón tomados de la mano, le pedí que me mostrara la casa e iniciamos con el recorrido por la enorme cocina que estaba a un lado del salón, después seguía el comedor y la sala, bajamos unas escaleras y llegamos a la piscina, que estaba siendo iluminada por la luz de la luna llena, que brillaba en lo alto del cielo.

Jake: —¿Qué te parece nadar un poco? —Sugirió abrazándome.

Haeun: —Suena bien, pero tendremos que subir a ponernos el traje de baño.

Jake: —¿Y quién dijo que forzosamente se necesita traje de baño para nadar? —Exclamó sonriéndome con esa típica osadía en su rostro.

Haeun: —No, no, no, eso no lo haré.

Jake: —Anda, será divertido.

Haeun: —No Jake, además de tu familia, quién sabe cuántas personas hay trabajando aún.

Jake: —Pero no tienen por qué venir aquí, además supongo que ya se irán a dormir.

Haeun: —Eso es lo que tú y yo deberíamos de hacer también.

Jake: —Claro, pero después de nadar, anda corazón, solo un ratito, te aseguro que nadie se enterará, seguro todos deben estar haciendo lo mismo que tú y yo.

Haeun: —¡Jake! ¿No tienes respeto por tu familia?

Jake: —Claro que lo tengo, pero eso no me impide ver la realidad, Haeun. ¿De dónde crees que salimos mi hermana y yo? ¿Por qué crees que Larissa está embarazada?

Haeun: —No pongas esas imágenes en mi cabeza, por favor.

Jake: —No te asustes corazón, desde niño me enseñaron a ver el sexo de lo más natural, tal cual es, una función del cuerpo y no tiene nada de malo hacerlo, al contrario, así que vamos a la piscina.

Haeun: —Pero... ¿Cómo vamos a atravesar la casa todos mojados para llegar a la habitación?

Jake: —No te preocupes por eso. ¿Ves este mueble? —Dijo y se paró frente a un pequeño mueble que yo no había visto.

Jake: —Aquí se guardan las toallas. —Explicó, en tanto abría la puertita y sacaba dos.

Jake: —¿Lo ves? Asunto arreglado.

Haeun: —Estás loco. —Exclamé sonriendo y moviendo la cabeza.

Jake: —Ya sabes bien la razón de mi locura. —Respondió y se quitó toda la ropa.

Jake: —¿Te ayudo?

Haeun: —No, gracias, yo puedo sola. —Dije y me despojé también de toda mi ropa.

Jake se lanzó de cabeza, casi perfecto, mientras que yo caminé a la escalera para bajar, sintiendo como el viento acariciaba mi cuerpo y erizaba mi piel. Cuando entré a la piscina Jake me recibió, el agua está un poco fría, él me sugirió que diésemos algunas vueltas para acostumbrarnos a la temperatura. Acepté, pero le dije que no soy muy buena nadadora, y me respondió que no es una competencia, así que nos sumergimos y nadamos hasta el otro extremo y de regreso. Jake llegó primero y me esperó, me echó agua al llegar y yo le devolví la maniobra, estuvimos jugando un rato hasta que me di por vencida y volvimos a nadar al otro lado y otra vez de regreso.

En esta ocasión, Jake me tendió sus brazos, le tomé las manos y me acerqué a él, puso mis manos alrededor de su cuello y bajó las suyas hasta mi espalda, nos fundimos en un apasionado beso por varios minutos hasta que él lo frenó para deslizar sus labios hasta mi cuello en tanto acariciaba uno de mis senos por debajo del agua, lo cual produjo una reacción más excitante, así que deslicé mi mano por su torso hasta llegar a su sexo, el cual empecé a acariciar y sentí como respondía en mi mano.

¿Estás libre esta noche? › Jake Shim ✔︎ (Segunda Temporada Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora