"Fue mi culpa"

Capítulo 2: "Estragos"

Era la mañana del día siguiente...Izuku, aquel héroe número 1 se había quedado recostado en el suelo, luego de lo sucedido ayer, se quedó dormido de tanto llorar. Lentamente, por los rayos del sol que entraban por la ventana, este se empezaba a despertar, sus ojos se sentían pesados, ya sea por el sueño o por el llanto del día anterior...

"¿Mm?...¿Q-Qué pasó?", se preguntó este poniéndose de pie por completo, tomándose de la cabeza, teniendo una pequeña amnesia al despertar. Sin embargo, al analizar toda su habitación y notar como había un disco en aquel reproductor...solo hizo que las cosas vinieran a él con una gran rapidez, haciendo que ahora temblara nuevamente

Él, sintiéndose un poco débil, simplemente se acercó a donde estaba el disco para tomarlo entre sus manos, quedándose viéndolo por un rato. Al inicio, su agarre era uno débil, pero a medida que iban pasando los segundos, ese agarre parecía estarse haciendo mucho más fuerte, a tal punto que parecería que rompería el disco por la ira...

"¿Po-Porqué...¿Porqué a mí?", se preguntó con un tono de voz quebrado, pero ese tono de voz a medida que iba pensando y recordando nuevamente en eso, se iba empeorando. Se estaba haciendo la misma pregunta una y otra vez...y esa pregunta hacía que su voz quebrada se quisiera transformar en un llanto nuevamente, sin embargo, esta vez no pasaría así

Él trató de contener ese llanto, por lo que caminaría hasta donde estaba el sobre para colocar todo como había encontrado y dejarlo en un cajón. No quería seguir pensando en eso, por lo que simplemente se puso su traje de héroe y saldría de allí a toda velocidad para empezar a patrullar las calles...aunque estuviera mal...debía mantener seguras a las personas...

Usó el One for all al 100% para empezar a recorrer toda la ciudad a una gran velocidad y villano que encontraba, era villano que era derrotado de un solo golpe. Claro, era así de fácil, pero Izuku se encargaba de no ser brutal, no podía dejar que su estado de ánimo le hiciera cometer una locura como pasarse de la raya y provocar la muerte de uno de ellos...

De todos modos, cada golpe que daba solo hacía que, como si fueran visiones, pudiera ver nuevamente lo de aquel vídeo, provocando que este se sintiera devastado cada vez más. En un punto, llegó a encontrar a un ladrón que salió de una tienda con una bolsa de dinero, iba a entrar a un auto con sus compañeros, sin embargo, no pasó como ellos esperaban...

Como si todo hubiera pasado en 1 segundo, el carro había sido destrozado y ahora estaban en el suelo adoloridos porque los estrellaron, el dinero estaba a un lado. Vieron sus armas, estaban destruidas y al frente estaba Izuku, el héroe número 1, cosa que hizo que ellos sintieran un poco de miedo, no obstante, el peliverde no se quedaría allí para ver...

Uno de los ladrones tenía un aspecto, similar a aquel sujeto que había visto en el vídeo, cosa que hizo que debajo de su máscara el peliverde apretara sus dientes. Un par de lágrimas empezaron a escaparse de sus ojos, teniendo nuevamente otra visión de lo que vio, cosa que lo dejó paralizado un momento, temblando levemente...

Esta vez, incluso los ladrones terminaron por preocuparse por su estado, así como los civiles que estaban allí, porque de la nada su héroe se había quedado paralizado. "O-Oiga, ¿Está bi...", fue todo lo que alcanzó a preguntar el señor de la tienda que salía a agradecer, pero no lo hizo al notar como el héroe estaba temblando de esta manera...

De todos modos, la razón por la que no pudo responder, fue por que el peliverde habría dado un potente salto, empezando a movilizarse por la ciudad. Estaba alterado, se sentía estresado y su respiración se agitaba más de lo normal, a pesar de estar en ese estado, estaba haciendo su trabajo, pensando que eso le quitaría esos pensamientos de la cabeza, pero no lo hacían...

- Solo empeoraban las cosas para él...

No obstante, fueran así o no las cosas, este seguía en su rutina diaria, como si nada hubiera pasado, eso era lo que quería creer, pero no podía. Pasaron varias horas hasta que llegó la tarde...y ahora se podía ver al peliverde sentado en el mismo edificio de siempre, viendo todo a los lejos, sin embargo, no estaba en paz...sentía como el pecho se le oprimía...