Capítulo 57: ¿Estoy sola...?

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Vemos como ahora la castaña ahora se encontraba caminando por los techos de los edificios de Musutafu, poco a poco acercándose al vecindario de sus padres. Su mirada se veía un poco iluminada por esto...ya que era uno de los poco lugares en donde se sentía segura de todo lo que le tocaba vivir ahora...dio un largo suspiro y caminó...

Al bajar del último edifico antes de llegar a la zona residencial, volvería a escuchar todos los susurros de las personas, pero ya se había acostumbrado a eso. "Al menos es esa parte de las personas que solo sienten indiferencia y decepción de mí...", se dijo la mujer, tratando de sacar algo bueno de todo esto, cuando la verdad era que no podía...

Caminó como si no le prestara atención a nadie, pero simplemente no podía evitarlo, ya que las voces de todos estaban por todas partes, abrumándola sin cesar. Se empezaba a estresar, pero ya era algo de todos los días...le dolía profundamente todo lo que escuchaba, pero ya era algo de todos los días...se sentía aburrida de la vida...pero ya empezó a ser algo de todos los días...

¿De qué le servía si ya sabía como seguía todo?, todo era rutinario y era aburrido, entonces, ¿Porqué todo tenía que ser aburrido y porqué no...sacudió su cabeza antes de terminar esa pregunta, pensaba que era estúpido, más cuando le había prometido a su compañero ser fuerte...muy fuerte para sobre llevar todo este acoso que recibía...

"Yo soy más...más fuerte...", dijo tratando de darse ánimos, pero a pesar de eso, seguía caminando con la cabeza gacha entre todas las personas. No pasó mucho tiempo hasta que terminó por llegar a la casa de sus padres...solo para quedarse de pie un momento al frente de la casa, con una mirada de monotonía...tocó un par de veces la puerta...

Se vio un momento por el espejo de su celular...en su casa se había ocultado sus heridas de la misión que había tenido ese día...por lo que al ver que todo estaba bien, suspiró de calma y guardó su celular...lo menos que quería hacer ahora, era preocupar a sus padres con otro tema más como lo sería esto...solo esperó que abrieran la puerta...y así fue...

No pasó mucho hasta que la castaña vio como la puerta era abierta por su padre, se veía cansado, pero aún así, se alegró de verla, solo para abrazarla. "Hola hija, ¿Qué tal?", preguntó el hombre mientras que se separaba un poco de ella, viéndola con una sonrisa, a pesar de que sintiera pesadumbre por saber como estaba su pequeña, a decir verdad...

- Se arrepintió de haber preguntado eso...

"Como siempre, supongo...", dijo con ese tono aburrido, haciendo que el hombre se preocupara por su hija...no sabía que decirle para hacer que recuperase su sonrisa. Al ver que seguían afuera, él terminó por invitarla a que entrara, sin embargo, esta negó con la cabeza, mientras que metía su mano en paquete de su cinturón...eso hizo que el padre arqueara una ceja

"Hoy fue quincena...quizás no resuelva mucho, pero lo necesitan más que yo...", dijo Ochako mientras que mostraba un fajo de billetes, de hecho, era la mitad del pago de la castaña. El padre al verlo, tembló un poco, no porque sintiera avaricia, sino porque no quería aceptarlo, no sentía que fuera lo correcto, ya que era como ser un parásito para ella...

"Hija...no...no tienes porque hacer esto...por favor...llévatelo...", dijo el padre con un tono de voz tembloroso, pero con una mirada y sonrisa tranquilas, que trataban de ocultar algo. Ochako se quedó viéndolo con una mirada seria, casi acusadora, haciendo que el padre se sintiera algo presionado...y más lo sintió al escuchar las palabras de su hija...

Ochako (decaída): Padre...sé que están pasando por un mal momento...cada día que vine a visitarlos...veía esos contratos de renuncia...no tenían clientes...no tienen muchos trabajadores, poco a poco su empresa...se va a la quiebra...

"Fue mi culpa"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora