Cortar.

26 4 0
                                    

Todo empezó el día que deje a mi novio simplemente por que era muy bestia.
Él se enfado mucho más de lo que yo creía que se enfadaría. No se lo dije de malas formas ni por un mensaje ni siquiera le llame para decírselo, se lo dije en persona, cara a cara y prometimos quedar como amigos , o al menos yo lo prometí.
Los primeros días parecía que él estaba todavía en shok parecía que no lo había terminado de asimilar.
Estaba preocupada por el. Nunca lo había visto así, tan pensativo, tan en las nubes...
Después de una semana empezó a adoptar un comportamiento muy raro y detestable. Me miraba con odio y desprecio. Siempre amenazaba con rajarme con la navaja que llevaba "por si acaso" en la mochila.
Yo tenía miedo pero sabía que él no me haría nada.
Después de unos meses empece a salir con otro chico.
Le vi llorar. Vi como sus lágrimas nacidas en sus ojos recorrían sus mejillas lentamente y caían a el suelo. Sentía rabia.
Un día hizo lo que no pensaba que haría nunca. Se acercó por detrás de mí y, rajando mi camiseta, hizo que mi piel sangrase por la espalda. Me dolía pero sentía más su dolor que el mio.
La herida sangraba una gota por cada lágrima que caía de sus ojos. La herida de mi espalda nunca cicatrizaba ,como la de su corazón.

Pequeñas historias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora