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— ¿Por qué todo parece tan pequeño y frágil? ¿cómo se supone que esto va a ser seguro? — Cuestionó Mickey mirando todo con desconfianza.— Estoy seguro de que si le pegó una patada se rompe de inmediato.

Draken miró a Mikey con incredulidad. No podía creer que Mikey fuera tan estúpido.

— Porque obviamente todo esto es para bebés. Y los bebés son muy pequeños. — Dijo Draken con obviedad, que no funcionaba con Mikey.—  Y no vas a patear nada, no seas estúpido.

— ¿Por qué me estás llamando estúpido? No creo que un bebé realmente caiga allí, Kenchin.— Mikey se negó a aceptarlo, de hecho nada parecía ser suficiente para Hikaru, o todo era demasiado inseguro, o todo era demasiado simple a sus ojos.— Hikaru merece más que esto.

— Todo aquí es súper bonito y útil para Hikaru. El problema aquí es que a ti no te gusta nada.— Dijo Takemichi inocentemente, ganándose una mala mirada de Mikey.

Mickey, Draken y Takemichi habían estado mirando pequeñas mecedoras durante bastante tiempo, todo se veía tan delicado y pequeño que Mikey realmente dudaba que alguien pudiera ser retenido allí, todavía si era un bebé, por lo que obligaría a Draken y Takemichi a crear su propia mecedora a prueba de caída.

— ¿Alguna vez has visto a un bebé en una mecedora, Mikey? — Cuestionó Takemichi entre asustado y sorprendido, estaba seguro que el cerebro de Mikey era del porte de una nuez. Mikey le frunció el ceño antes de golpearle el brazo.— ¡No me pegues, Mikey!

— No empieces a pelear aquí.— Draken se frotó las manos, y suspiró profundamente cuando algunas miradas se posaron en ellos.

— Claro que sé cómo son los bebés, todos éramos uno aunque no nos recordemos.— Mikey puso los ojos en blanco ante la tonta pregunta de Takemichi.

— No tienes por qué enfadarte.— se quejó Takemichi por el golpe que aún le dolía. Mickey le sacó la lengua infantilmente.

El trío de chicos siguió mirando alrededor de la habitación, con la esperanza de que Mikey finalmente se decidiera por algo, pero no sucedió, así que Takemichi se fue a buscar algo por su cuenta dejando a Draken y Mikey solos.

— Te gusta hacer enojar a Takemichi.— dijo Draken, observando a Takemichi alejarse, enfurruñado y maldiciendo.  Mickey se encogió de hombros.

— Takemichi es un tonto.— Mikey simplemente respondió.— Realmente no creo que valga la pena comprar algo aquí cuando puedes hacerlo con tus propias manos.

  Draken asintió, discutir con Mikey sobre algo que ya había decidido que era muy estúpido de su parte, así que si Mikey quería que construyeran su propia mecedora para Hikaru, entonces lo haría.

— Vaya situación.– Siseo Draken mirando a Mikey.

  Mikey estaba jugando con un pequeño móvil con forma de avión que colgaba de una de las mecedoras.  Era lo único que parecía agradable del lugar.  Draken lo miro en todo momento, le parecía extraño como Mikey tiene la habilidad de ser ruidoso, y al segundo de estar en completo silencio apreciando los pequeños detalles.

— ¿En qué piensas tanto, Kenchin? — preguntó Mikey, tomando a Draken por sorpresa.— Me estás mirando demasiado.

— ¿Has vuelto a hablar con Kazutora? — Preguntó Draken serio. Mikey inmediatamente cambió la expresión de su rostro imitando la habitual seriedad de Draken. Y que Mikey ocupaba cuando el tema realmente lo merecía.

— No lo he hecho desde ese día.— Respondió Mikey, suspiró y se cruzó de brazos dejando de lado su actitud infantil, y miró a su alrededor buscando a Baji y Chifuyu hasta que los encontro hablando a lo lejos con Hakkai y Mitsuya.— No sé que es lo que pretende o quiere, pero lo mataré si se atreve a poner una mano sobre mi familia, y lo voy patear si es que llegó a verlo por mentirme.

chifuyu pregnant | bajifuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora