Prólogo

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El 1ro de septiembre de 1971 al fin había llegado

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El 1ro de septiembre de 1971 al fin había llegado.

Sirius y Opal habían esperado ese momento desde sus cortos 5 años, y al fin estaba sucediendo, irían a Hogwarts.

Los 2 niños llevaban hablando sobre cómo sería Hogwarts desde que eran pequeños, incluso habían decidido abrir su carta de Hogwarts juntos.

Opal salió de su casa con entusiasmo y sonriendo mucho en el camino, ansiaba poder ver a Sirius y comenzar su primer año en Hogwarts.

Opal tropezaba bastante en el camino hacia la estación ya que la maleta que traía era demasiado pesada para su delgado cuerpo.

Miraba toda la estación con asombro tratando de memorizar todo lo que pudiera, el color de los ladrillos, el tamaño del tren, las vestimentas de la gente, las familias despidiéndose, los animales que llevaban los estudiantes y las muecas de asco que su padre hacía mirando despectivamente a los sangre sucias, como les decía.

—¡Opal!—gritó Sirius sacándola de sus divagaciones corriendo hacia ella y envolviendola en un fuerte abrazo mientras ella reía por lo impulsivo que era y por nervios al notar que llamaron la atención de unas cuantas personas—Te extrañé tanto.

—También me alegra verte, Sirius—dijo ella con una sonrisa.

Sirius y Opal conversaron brevemente, aunque más bien era Sirius hablando mucho por los nervios y Opal riendo.

El padre de Opal y los padres de Sirius también conversaban, aunque mayormente solo despreciaban a los sangre sucias que había en la estación, Sirius hacía muecas divertidas imitando a los adultos haciendo reír a Opal y Regulus, el menor de los Black, reprimía la ligera risa que quería salir de él por las acciones de su hermano.

—Vamos, Reggie. Sabes que quieres reirte—le dijo este pero el menor solo negó y concentró su mirada en alguna otra cosa.

El conductor del tren hizo sonar una campana dando la señal de que estaba por irse, haciendo que Sirius se despidiera de su hermano.

—Adiós, Reggie—le dijo—Enoja a nuestros padres por mi y culpa a Cissy—dijo en susurro haciéndolo reír ligeramente.

Se despidió de sus padres con menos entusiasmo, para después jalar a Opal junto a él para irse juntos al interior del tren.

Llegaron al tren y aunque Opal, quien era ciertamente mucho más tímida que el chico Black, se encontraba nerviosa intentando no chocar con nadie, Sirius buscaba algún lugar que estuviera libre empujando a algunas personas en el proceso mientras que Opal solo decía "Lo siento, no siempre es así" a la gente con la que chocaba. Lograron encontrar un espacio 90% libre, ya que un niño de lentes circulares y facciones armoniosas se encontraba dentro.

—Hola, soy Sirius y ella es Opal, No esperes que hable mucho, es bastante reservada—dijo sentándose en frente del niño casualmente mientras Opal reprimía una risa—¿Cuál es tu nombre?

—James Potter—dijo sonriendo.

—Un placer, James ¿Qué es Queen?—dijo señalando la camisa del niño que tenía un logo desconocido para él con la palabra Queen en letras doradas.

—Oh, es una banda muggle. Es increíble.

—¡Muggle! Genial—dijo este—Deberías mostrarme más de ese Queen—dijo.

Los 2 niños intercambiaron un par de palabras más hasta que otro par de niños tocó la puerta del compartimento en el que se encontraban. El que tocó la puerta era bastante pequeño en cuanto a la altura y delgado, tenía la piel muy blanaca, los ojos claros como el cielo y su cabello era lacio y rubio, mientras que el otro chico era larguirucho de tes clara y cabello castaño y despeinado, tenía ligeras ojeras debajo de sus ojos color chocolate que a la perspectiva de Opal se veían realmente encantadores, su rostro también estaba adormando por algunas cicatrices.

—¿Les importa si nos sentamos?, no hay asientos libres—dijo el rubio.

—Claro—contestó Sirius—¿Necesitan ayuda con sus maletas?

—No es necesario, no quiero ser molestia—dijo el chico alto y de cabello castaño.

—Para nada—dijo—Opal, ayudalo con su maleta.—ella le lanzó una mirada asustada y asesina a la vez.

—Hablo en serio, no es necesario—dijo él colocando su maleta en la parte de arriba—Ven, problema solucionado—dijo y los demás asintieron.

—¿Ustedes son hermanos?—preguntó el otro que ya se encontraba sentado.

—Eso quisiera, pero mi querida Opala ni siquiera es mi prima—dijo abrazándola con dramatismo—Aunque técnicamente somos como familia porque mi prima se casará con su hermano algún día si ella deja de rechazarlo. Familia complicada, aunque sí tengo un hermano, lo quiero mucho pero es más callado que ella. Aunque Opal se calla más por nervios y mi hermano Regulus, Reggie para los amigos, es demasiado reservado, si no fuéramos hermanos ni hablaríamos. Ahora que lo pienso soy como un imán para la gente callada.

—Bueno, gracias por ese resumen de tu familia—dijo James—Supongo que deben ser de los sagrados 28.

—Lamentablemente, literalmente solo 3 personas me agradan en mi familia, y ninguna de ellas son mis padres—dijo haciendo una mueca—Como sea. Ustedes, ¿cómo se llaman?—preguntó abruptamente a los otros 2 niños presentes.

—Remus—dijo el castaño-

—Peter ¿Ustedes?

—Lindos nombres, yo soy James.

—Yo Sirius y creo que ya saben de Opal—dijo—Y cuéntanos, Remus, ¿De dónde son tus cicatrices?

—¡Sirius!—dijo Opal—No le preguntes cosas que pueden ser personales—le dijo—Por favor disculpalo, usualmente en menos descuidado, no te sientas obligado a responder, además no creo que lo haya preguntado con malas intenciones. En realidad yo creo que son lindas—dijo y el calor se extendió por las mejillas de Remus y pronto en las de ella también al notar lo que dijo—No quise decir eso ¡O sea no que no sean lindas! lo son, pero sonó extraño y me refería a que te quedan bien—dijo para después tomar una bocanada de aire que no sabía que le faltaba.

—No hay problema, en realidad gracias de hecho. — dijo él nervioso—¿Chocolate?—ofreció sacando una barra de chocolate de su chamarra.

—¡Amigo, tú sí sabes!—gritaron Sirius y James al unísono entusiasmados por el dulce haciendo reír a Opal.


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WONDERLAND - R.J LUPINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora