III

24 1 0
                                    

Capítulo III— A beautiful night to cry

Capítulo III— A beautiful night to cry

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

.  . • ☆ . ° .• °:. *₊ ° . ☆






Opal Lestrange lloraba en los oscuros pasillos de Hogwarts.

Apenas era la tercera semana de clases de su 6to año y ya se encontraba sentada en una pared desconocida debido a la tarde hora en la que se encontraba destrozada.

Durante la mañana de aquel día ella había recibido una carta.

—¿De quién es?—le había preguntado Amos mientras comía tranquilamente unas galletas que le había enviado su madre.

Aquella carte venía de parte de su padre, cosa que ella notó inusual debido a que su padre no le había enviado una carta después de la que le mandó en su primer año donde relataba 5 páginas de la despeción que era ella y como había deshonrado el apeliido Lestrange.

—De mi padre—contestó con la voz frágil.

La expresión de Amos decayó un poco.

—¿Quieres abrirla?—preguntó con el ceño fruncido.

—No lo haré—contestó soltando la carta bruscamente.

—Muy bien—contestó viendola detenidamente. Opal miraba aquella carta como si de un rompecabezas de infinitas piezas se tratara.

—Tal vez lo haga ¿Crees que debería?—preguntó volteandose a su amigo con confusión, pero en el momento en el que el joven Diggory iba a contestar ella lo interrumpió—¿Crees que Sirius recibió una también? Tal vez se trata de la muerte de algun familiar, o el compromiso de alguien. Aunque cuando se casaron Rodolphus y Bellatrix no me avisaron solo llegué de vacaciones y me dijeron "Oye, Opal. Ponte este vestido que es 5 tallas menos de las que eres y te quedará corto de los brazos, pero eres delgada entonces no importa. A y por cierto es para la boda de tu hermano"—habló rápidamente confundiendo a su amigo—No fue así como pasó exactamente pero tú enteindes—dijo soltando un suspiro y comenzando a comer un poco de pan.

—Yo creo, y si esta vez no me interrumpes, que deberías preguntarle a Sirius si recibió una y si sí abranla juntos, y si no, abrela tu sola—dijo este.

—Sí...sí, tienes razón, eso haré.

Ella dijo eso como si estuviera segura, aunque realmente no lo estaba. Todo ese tiempo había estado observando a la mesa de los leones buscando una carta en la posesión de Sirius Black, pero no había indicios. Aunque no estaba de más preguntar.

Opal se retiraba del gran comedor siguiendo a Sirius.

—¡Sirius!—gritó ella haciendo que este frenara.

—¡Letty!—le dijo este alegre de verla.

—Te dije que dejes de decirme así.

—Vamos, Cheval. Tu apellido es muy apodable—le contestó Potter abrazandola.

WONDERLAND - R.J LUPINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora