No necesitas ser normal

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Me dirigía al hospital para ver a Toga. Había pasado varios días sin verla, y me preocupa su condición. Solo espero que le guste este ramo de flores; según el vendedor, las flores moradas tienen un efecto tranquilizante. Además... también dicen que representa el amor a primera vista.

Fue muy difícil, pero lo pude lograr. Creo que fue hace tres meses, más o menos. Todo empezó una semana después de que ella había huido de mi casa. Recuerdo que mi madre llamó a la policía a los minutos, pero no encontraron a Toga. En aquel momento, sentí un alivio al escuchar esa noticia.

Me encontraba saliendo con uno de mis mejores amigos, Todoroki. Habíamos terminado nuestra práctica de boxeo, y me había pedido salir a dar un paseo.

—Es bueno ver que no te quedara ninguna marca en la cara —mencionó con su típico tono calmado—. Bakugo debería aprender lo que significa contenerse.

—Así es Kacchan. Solo que esa vez lo hice enojar —respondí apenado.

—Oye, Midoriya, ¿hay algo que te esté preocupando? —me preguntó repentinamente.

—¿Por qué la pregunta? —Lo miré confundido.

—Esta semana te he visto muy pensativo. De hecho, me sorprende que hayas renunciado tan rápido a la universidad de tus sueños.

Todo había sido por una hermosa chica que me había ayudado. Cuando me dijo que debía eliminar los obstáculos, en aquel momento, lo tomé de un modo metafórico.

—N-no es nada —contesté un poco nervioso.

—Si no quieres decirme, está bien, pero recuerda que ahí estaré por si necesitas algo —dijo Todoroki. En un principio, el verlo tan tranquilo todo el tiempo me incomodaba un poco, pero terminamos siendo bastante cercanos.

Todoroki estaba por irse. Sus palabras me hicieron pensar en lo último que vi de Toga. Ella se cuestionaba lo que era normal, y antes de irse, pude notar como estaba llorando. Comprendí que ella no era mala en sí, más bien, había una razón detrás de su comportamiento.

—Espera, Todoroki —dije casi en un susurro, pero pudo escucharme.

—¿Qué pasa? —cuestionó confundido.

—¿T-tu mamá sigue trabajando en ese hospital psiquiátrico? —pregunté algo nervioso.

—Sí, aunque a veces ha pensado en volver a enfocarse en adultos "normales" —respondió pensativo.

—Es que... hay una chica. Creo que ella tiene problemas, y me gustaría ayudarla —confesé un poco apenado.

—Midoriya... veré si puedo convencerla de guardarte una agenda —dijo Todoroki.

Después de esa conversación, pasaron otros dos días. En ese tiempo, Todoroki pudo contactar con su madre; ella accedió a darme una agenda para el martes. Tenía solo dos días para encontrar a Toga.

Al día siguiente, decidí enfocarme a encontrarla, puesto que era domingo; tenía todo el día para buscar a Toga. Me coloqué una sudadera verde para el frío, y le dije a mi madre que saldría a dar una vuelta.

Irónicamente, no tuve que encontrarla, ya que ella fue quien me encontró a mí. Iba a salir por la puerta de mi hogar, pero fui interrumpido por un abrazo.

Eres mi salvación [Izuku X Toga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora