El protector de la montaña

Junto al río

Luego de estar buscando por dos hora no había rastro de Julieta, mis hijos y yo estuvimos buscándola por toda la montaña y no apareció, caminábamos de regreso a la casa de campaña, mi mirada estaba alerta por si la miraba, aunque sea un poco, me estoy volviendo loco por encontrarla, y solo el grito de mi hijo llamó mi atención

-¡AHÍ ESTÁ PAPÁ!

Y mi mirada se dirige rápidamente hacia el río, ahí se podía ver a mi pequeña niña sentada de espaldas y no pude evitar que un sollozo saliera de mi ronco pecho, solté la mano de mis hijos y corrí hacia ella

-¡JULIETA!

Grite pero ella no volteo a verme, llegue junto a ella quien tenía un pequeño ramo de flores en sus manos y la abracé, la abracé como nunca lo había hecho

-Por favor Julieta, no lo vuelvas a hacer, no vuelvas a dejara papá

Y por más que la abrazaba ella no correspondía a mi abrazo y fueron sus palabras las que me dejaron perplejo

-Lo siento papi, pero ya lo solucione, ya nadie volverá a querer acabar con la montaña

-¿Qué?

No estaba entendiendo nada de lo que me dijo, y al mirarla pude ver una enorme sonrisa en su rostro

-Hable con el papá

Y el pensamiento de que alguien se acercó a ella me puso en alerta, hay mas personas aqui y pudieron hacerle daño, pero me intrigo, ya que se refirió a él como si ya le conociera

-¿Con quien?

-Con el protector de la montaña, me dijo que me ayudaría a que nadie le hiciera algo a este lugar pero...

¿Protector de la montaña? Seguramente era algún producto de su imaginación, pero entonces ¿En donde estuvo todo este tiempo?

-¿Pero qué?

Le insisto Daniel a Julieta para que siguiera con la oración

-Dijo que iba a proteger la montaña si yo me quedaba con el

Y sólo entonces su mirada chocó con la mía, no, eso no era cierto, ella estaba imaginando, no se quedaría con nadie

-No se de donde sacaste esos pensamientos pero nos vamos ahora mismo, hay que recoger niños

Estaba por colocarme de pie cuando ella tomó mi brazo haciendo que la mirara, cuando esto sucedió bajo la suya hacia su tobillo que al girarlo pude notar dos pequeños puntos rojos en él, una serpiente...

-Ya está decidido papá, voy a quedarme aquí con él y nadie le hara algo a nuestra montaña

Continuó mientras se notaba como sus ojos comenzaban a cerrarse

-No, no, no, no, no.no. Julieta, resiste

La tomé en mis brazos y estaba a punto de salir corriendo cuando ella colocó su pequeña mano en mi pecho lo que provocó que la mirara y al momento de hacerlo me dedico una pequeña sonrisa

-Tranquilo papi, estoy bien, yo le ayudare a proteger la montaña

-No puedes dejarme Julieta, tu no...

Estaba tumbado en el suelo con mi hija en brazos, no me permitía pedir ayuda, las lagrimas salian de mis ojos como grandes cascadas de agua, cada vez apretaba mas a mi a mi hija a mi pecho, no había nada a mi alrededor, solo ella y yo

-Los quiero...

Al separarla estiró su mano la cual fue tomada por sus dos hermanos que al igual que yo estaba llorando

-Y nosotros a ti

Contestaron ambos

-Cuiden a papá, así como yo cuidaré de la montaña

Y al término de esta oración Julieta cerró los ojos, su corazón había dejado de latir, la abrace a mi cuerpo lo mas que pude y un enorme grito salió de mí, mi hija, mi adoración, se había ido, sentí como si una daga atravesara mi pecho, era un dolor insoportable

y ahí estábamos los tres, a la orilla del lago llorando la pérdida de la más pequeña de la familia