I hate you, but i love you. (Harry Styles)

Capítulo 3: Encuentros inesperados.

El sonido del teléfono se mantenía constante, seguía sonando después de 15 desesperados minutos que traté de ignorarlo, me senté con pereza y molestia en mi cama y miré el reloj.

-¿¡QUÉ MIERDA!?, ¿¡6:10 a.m!?, ¿pero qué demonios pasa por la mente de los ingleses?,- el teléfono deja de sonar, solo para volver a empezar con su repiqueteo, me tapo los oídos con ambas manos y grito.- ¡Gaaaaghhh!.
Estiro mi mano y alcanzo el teléfono que se encuentra en mi escritorio y con un irritado tono contesté.

-¿Hola?

-¿Hija?, ¡hola mi amor!, ¿cómo estás?, ¿cómo dormiste?

-¿Papá?, hola, estoy bien, ¿dónde estás?, ¿no se supone que llegarías ayer en la noche?, ¿y por qué en el mundo me llamas a esta hora?, ¡muero de sueño!.

-Tuve que salir muy temprano esta mañana, pero te prometo que hoy llego temprano a casa, y es mejor que te quites el sueño de encima porque más o menos en...,- pausa un momento al parecer mirando su reloj.,- 30 minutos mi madre estará llegando a casa para visitarte.,- De repente todo el sueño se esfuma de mi cuerpo, y los vellos de mi piel se erizan.

-¿Cómo?, ¿nana viene para acá?, quiero decir, ¿cómo aquí, a esta casa?

- ¡Pues claro!, por eso te llamo, para que estés lista cuando ella llegue, creo que va a aprovechar para mostrarte el campus y hablarte un poco de la escuela, de todas formas, tenle té preparado, ya sabes como le gusta.

-Está bien...

-Desayuna, te envié dinero a tu tarjeta de crédito, compra cosas para el desayuno, come bien hija.

-Está bien, ¿a qué hora vienes?

-uhmm, estaré llegando más o menos a las 4:00 pm

-Oh, está bien, a las 6 voy a salir.

-¿Salir?.,- pude sentir su ceja alzada mientras hablaba.,- ¿a dónde?

-Bueno... con un amigo, no lo conoces. Se llama Louis.

-Bueno...igual estaré antes en casa para hablar de este uhm amigo que no conozco, te dejo, hablamos más tarde hija.

-Chau pa, cuidate.

Me senté derecha en la cama sin saber que hacer mientras recordaba.

Flashback
-Siéntate derecha, Tiphanie.,- mi abuela me miraba desde el otro lado de la mesa con una expresión seria. Rápidamente corregí mi postura mientras trataba de comemerme mis vegetales sin hacer muecas de asco. Para una niña de 10 años no era lo mejor del mundo comer coles hervidas. Separé un poco el plato de mi.
-Ya no quiero más, nana.

-Tienes que comer todos tus vegetales, Tiphanie. No quieres enfermarte, ¿o sí?.,- negué con la cabeza, su tono era serio y exigente, aunque noté que trataba de hablar suave y un poco delicado.-entonces, termina de comerlos, así serás una niña saludable.