Daniel era un niño que le fascinaba molestarme , siempre me ponía sobrenombres yo nunca le decía nada porque el me gustaba , lo raro es que yo quería saber si yo le gustaba que obviamente parecía que no ya que me trataba mal.
Un día fui la primera en terminar la tarea y tuve permiso de salir al patio, decidí sentarme en todo el frente de la puerta, así podría verlo mientras el hacía su tarea, me quede hipnotizada viéndolo por un rato, sin darme cuenta que alguien venía, era una niña que estudiaba conmigo, ella se dio cuenta que estaba observándolo y me pregunto:
- ¿Te gusta Daniel?. No dejas de mirarlo.
Me dio mucha pena, no sabía que responderle ya que si pensaba en decírselo y el no sentía lo mismo me doliera mucho. Así que dije:
-No, solo lo miro porque pienso que es gracioso.
Al rato de eso todos los niños salieron a jugar incluyendo a Daniel . Yo estaba jugando con unas niñas en cuando los niños se acercaron y la niña que me había cachado viendo a Daniel propuso jugar verdad o reto, yo no quería jugar, conocía sus intenciones. Daniel fue el primero y el escogió verdad, le preguntaron si yo le gustaba, en ese momento me sentí aterrada, tenía miedo, quería desaparecer, no quería escuchar su respuesta, pero la escuche. Dijo:
-No!
No supe que hacer en ese momento , ya que lo había dicho en frente de muchos niños, me levante y me fui ya que era yo la que estaba pasando pena. Desde ahí no quise hablarle más, se que fue una decision muy infantil pero tenía 12 años. Deje de estar pendiente de el, ya no me importaba si iba al colegio o no, desde ahí esos sentimientos de niña que tenía por el los había guardado en un cofre en lo más profundo de mi corazón con la inteción de jamas volver abrirlo.
