Luna y el Desamor |+18| #2 de la Trilogía Moretti. -Finalizada-✔️

Capítulo 50.

Luna:

Tres meses después...

Pasaron tres meses desde que salí del hospital, todo ese tiempo ha Sido un total desastre para mi y mi bebé, no me dejan salir, hacer algo, solo me la paso leyendo y acostada...

Siento que voy a volverme loca con todo esto, necesito salir y respirar, hoy me toca cita médica así que iré con mi amiga Nina.

—Voy a ir con Nina al doctor —mire a Cassian.

—¿Que? —negó— no señorita, no voy a dejarte ir sola con Nina.

—Cassian por favor —estaba harta—, quiero salir sin que me estén agobiando las veinticuatro horas del puto día, no me dejan salir, no me dejan hacer nada.

—Pero es por tu bien y el de nuestro bebé —se puso serio— tienes que descansar.

—¡Pero quiero ir sola! —estaba alterándome— quiero salir por un momento sola, respirar aire sola.. Solo.. solo quiero ir sola.

Puto Cassian puto Cedrik, ellos me han alterado los nervios, siento que la ansiedad llega a mi, no quiero sentirme así por mi bebé, pero está situación me tiene harta, quiero respirar, caminar en el parque, lo que hago es caminar de la sala a la habitación.

—¡Pues vete sola! —gritó— vete y haz lo que te de la gana... ¡Estoy tratando de cuidar de ti y mi hijo y lo que haces quejarte día y noche Luna! Complazco cada maldito antojo que se te cruza.. Cedrik y yo solo queremos cuidar de nuestro bebé y de ti —me señaló.

No dije nada, solo me quedé escuchando todo lo que me dijo, me dolió mucho lo que acaba de decirme, si no hubiese estado embarazada y con estas hormonas a flor de piel, juro por Dios que estaría lanzándole un zapato en el rostro por haberme gritado de esa manera.

—Bien —limpie mis lágrimas—, no diré más nada.

Me fui a la habitación a cambiarme, no pensaba quedarme aquí hoy, me puse un overol maternal y mis zapatos, no me maquillé, tomé mi bolso con dinero, las llaves, mi celular y la carpeta de mi bebé.

Salí de la habitación y no encontré a Cassian por ningún lado, así que salí del departamento hasta la recepción y pedí un taxi, ni siquiera espere a Nina, hoy deseaba estar sola.

Llegué hasta el hospital y de una vez entre a la sala de espera, minutos después llegó la enfermera y me dió el pase hasta el consultorio del doctor Rick.

—Aquí está mi mamá favorita —se levantó— ¿Estás bien?

—No —negué— tengo las hormonas a flor de piel y cualquier cosa me hace llorar.

—Estarás así al menos hasta los seis meses —rió— y eso que a penas vas para cuatro, siéntate y vamos con tu chequeo.

El doctor hizo lo correspondiente conmigo y mi bebé, me alegra saber de qué todo está bien con el. A pesar de mi estrés estando encerrada, el está bien. 

—Vamos a escuchar como va su corazón —asentí.

Colocó el aparato en mi vientre ya casi enorme, lo movió unos momentos y se detuvo para escuchar el corazón.

Escuchar los latidos del corazón de mi hijo, me hacía feliz y sentir más tranquila porque se que mi bebé viene en buen estado.

—¿Deseas ver el sexo? —preguntó con una sonrisa.

—¿Ya se puede?

—Asi es, tu bebé justo ahora puede verse, está bien formado y tiene buen peso, las vitaminas y los cuidados han hecho muy buen resultado —asentí.