𝙉𝙤𝙩𝙝𝙞𝙣𝙜 𝙇𝙞𝙠𝙚 𝙐𝙨 (𝘫𝘫𝘬+𝘱𝘫𝘮)

Capítulo 7

"Sólo quiero poder salir con Jiminnie" Pensaba Jungkook.

"Sólo quiero que Gguk me apoye" Pensaba Jimin.

Ambos con ideas tan diferentes en su cabeza, pero ambos queriendo proteger a la persona que aman.

Jimin ya se sentía como un niño grande. Bailaba todos los días sólo para poder demostrarle a sus padres que no es inútil.

Y eso funcionaba, de alguna manera, porque Jimin le había contado a Sunna sobre sus discos, y le pidió si podía decirle a papá que trajera más.

Sunna claramente le dijo que no, pero Jimin no se rindió y siguió bailando. Sunna adoraba ver bailar a su hijo. Le había enseñado algunos pasos que Jimin no había visto jamás y le parecieron muy lindos. Hermosos.

Jimin estaba feliz. No podía estarlo más.

Por otro lado, Jungkook estaba aún más desesperado. Había comprendido que "portándose bien" no iba a conseguir salir, así que pensaba planes para poder salir de allí.

En su habitación había una ventana, él lo sabía. A la ventana que había pintado su madre hace casi una década se le estaba cayendo la pintura de la parte inferior derecha y Sunna no sé había dado cuenta.

Y a Jungkook le gustaba la ventana.

Así, descubrió que si pintaba la ventana seguido para que su madre no sospechara, podría ver hacia afuera.

Jungkook comenzó a ver otras personas, otras casas. Todo era tan diferente y a la vez tan hermoso para él. Veía como nadie le tenía miedo a nadie, veía parejas demostrándose afecto en público, veía hombres altos con traje, como su padre, veía mujeres tapadas de cuello a tobillos con vestidos como los de su madre y lo más importante... Veía a otros niños.

Quería poder hablar con ellos, jugar con ellos, porque sus padres jamás les permitieron eso.

Porque él quería ser un niño normal, no uno del que sus padres se preocupen por llorar cada noche.

Él sólo quería ser feliz, como otros niños.

Y en el patio de su casa, mientras jugaba con Jimin a hacerse cosquillas, creyó que todo sería más divertido si estuvieran afuera.

Pero a Jimin no le importaba.

Y Jungkook estaba desesperado.

Sí, su hermano quería bailar. ¿Y qué? Afuera también podría bailar. ¡Él no se daba cuenta de que sus padres le mentían!

Jimin seguía creyendo que afuera había peligros. Seguía creyendo que afuera había alguien esperándolos para comérselos.

Porque Jimin adoraba a su madre y creía todo lo que ella decía.

Jungkook también la quería, ¿pero mentirle por 6 años para no dejarnos salir? ¿Para qué?

Él no sabía. No quería saberlo. Se dedicó a ver por la ventana pintada  sólo porque quería...

Y ahí fue cuando Jungkook la vió.

Era una mujer alta, con un cabello negro que le llegaba hasta la cintura, amarrado en una de las trenzas que su padre le hacía a su madre cuando llegaba temprano de trabajar. Le parecían muy bonitas.

Aquella mujer tenía puesto un vestido que le llegaba hacia las rodillas con un bonito estampado de flores, mientras que su cabello estaba decorado con una diadema de la misma tela.

"Es muy bonita" Pensó. En ese momento quiso que aquella mujer fuera su madre.

De repente vio sus mejillas regordetas y sus labios esponjosos. Cuando la vio sonreír todo cobró vida.

Se parecía demasiado a Jimin. Era exactamente igual.

Jungkook tragó saliva. Por un momento quiso decirle a su familia pero recordó que no podía. Lo tenían vigilado.

Era demasiado para él.

Y comenzó a llorar.