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Encuentro (parte 2)

Jungkook

Pasando a través de las puertas del recinto, estaba en plena ebullición. Varios hombres y también mujeres del club estaban dispersos afuera de mi camino.

Atravesando la puerta de mi oficina, me detuve en la pared más cercana, mis manos golpearon contra el cemento. Cerré los ojos y respiré lentamente pensando en mis palabras. No podía perderme frente a los hermanos.

Mi vicepresidente y mejor amigo. Taehyung, cerró la puerta detrás de mí con sus pesadas botas en el piso de madera dura. Volviéndome para mirarlo, él asintió para indicar que estábamos solos. Solté un largo suspiro frustrado.

–¡P-putos d-diablos... escorias! -me las arreglé para dejar salir con mi maldita boca defectuosa.

Taehyung me miró fijamente, sin expresión alguna. Se acercó al bar y me sirvió un trago, ya conocía la rutina.

Sosteniendo un vaso lleno con el líquido, Taehyung me da mi más o menos "medicina". Bebí el licor en una acción práctica, luego bebí otro más... y uno más.

Por fin sentí que se aflojaban las siempre presentes cuerdas asfixiante hasta la mierda en mi garganta.

–¿Más? -preguntó Taehyung con la botella de alcohol en la mano.

Aclarando mi garganta, probé diciendo.

–Yo... yo... yo...

¡Mierda! Agitando la mano, suspiré por otro trago... y otro... y uno más para estar seguro.

–E-estoy... m-mejor -dije, expulsado un suspiro de alivio.

La habitación empezaba a dar vueltas un poco, pero al menos el puto pitón envuelto alrededor de mis cuerdas vocales había decidido irse de cuarentena.

–T-Taehyung será mejor que llegues a la p-puta parte inferior de esta... m-mierda o habrá guerra, ¿escuchaste? ¡He terminado c-con... t-todos ellos!

La expresión de Taehyung cambió, se puso tan blanco como un puto fantasma y levantó las manos para dar énfasis.

–Jeon. Te juro que lo teníamos todo planeado. Algún cabrón cortó el trato a nuestras espaldas -esta jodida negociación había sido su trato y estaba claro que no tenía idea de lo que había salido mal.

Frotando una mano en mi frente, señalé con la otra la puerta. Taehyung asintió captando mi instrucción. Tomando la media botella de alcohol, bebí de ella, sintiendo la quemadura del líquido en mi garganta.

Taehyung se fue para reunirse con los hermanos, y para darme tiempo de recuperarme. Mientras iba a un lado de mi oficina, sabía que Taehyung estaba diciendo la verdad. El maldito club de los diablos. ¿Cómo podía un acuerdo hecho con los japoneses después de meses de hablar y coordinar, haberse ido a la mierda en pocos dias?

Alguien nos había traicionado; esa era la única explicación. Y un imbécil moriría por ello.

Salí de mi oficina y entré al otro cuarto, todavía con el licor en mi garganta. Ayudaba a que las malditas palabras fluyeran con mayor facilidad.

Hades ▸KookMin◂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora