Come feel this magic I've been feeling since I met you
Can't help it if there's no one else
Mmm, I can't help myself
(Hey Stephen − Taylor Swift)—
"Qué demonios" Jouno se quejó en voz baja, mientras bajaba con cautela al gato negro de parches café, el cual se aferraba con una increíble fuerza al cuello de la camisa del hombre.
Más de cinco gatos se agrupaban alrededor de su acompañante, ronroneando y tratando de escalar sobre él. Tecchou miraba con atención la escena, embobado y sorprendido; no importaba cuántas veces su compañero se quejara de las "bestias" rasgando su ropa, la verdad era que este se refería a ellos como si fueran personas capaces de entender, lo cual era algo demasiado entretenido para ignorar.
"No, no, gato como-te-llames ¡bájate! vamos a tener serios problemas si sigues dejando tus pelos en este cardigan. No es que me importe mucho, pero es uno de mis favoritos."
El mismo gato parchado, ignorando por completo la petición del otro, se las arregló para volver a escalar sobre Jouno, logrando saltar a su hombro izquierdo, tratando de acurrucarse de forma inhumana en ese pequeño espacio.
"Por supuesto que a ti no te importa. Eres un gato." murmuró Jouno, tomando al gato en sus manos y sosteniéndolo en el aire, pensativo.
"Creo que le gustas."
Jouno reaccionó de inmediato a la voz de su acompañante, dirigiéndose a él con una expresión que indicaba la promesa de una respuesta sarcástica a su observación. "En ese caso, supongo que se parece a ti."
Desafortunadamente, Tecchou no tuvo tiempo para confirmar aquella verdad, pues otro de los tantos gatos demandaba su atención a su costado. Un gato blanco siamés de cola esponjosa comenzó a maullar en busca de cariñitos.
El Cat Café Miau-Miau era el lugar que menos esperaba para su cita; pero no podía quejarse. ¿Jouno y gatos adorables? no podía haber otro lugar en el que desearía estar. Su cita había sido puntual, llegando a tiempo a su apartamento, luciendo un bonito cardigan color crema con un bordado de estrellas en ambos brazos. Tecchou había soltado un suspiro para después echarse un vistazo a sí mismo vistiendo un traje negro tan formalmente doloroso que no era ideal para la ocasión. Un traje que definitivamente sería la burla de sus colegas si se enteraban que en la primera cita decidió ir de etiqueta a la invitación más casual en la ciudad de Yokohama. Bueno, nadie tenía que enterarse. Aunque, por una parte, pensó que no se veía tan mal si el staff femenino se empeñaba en observar desde lejos, soltando risitas y ruborizándose cada vez que Tecchou se levantaba, o bueno, prácticamente desde que llegaron al establecimiento. No era algo nuevo, él sabía que era atractivo, pero sinceramente, aquella atención femenina no era lo que buscaba. Lo cual le recordaba...
"Totalmente de acuerdo, por lo cual ahora tendré que pedirte que lo bajes y me prestes más atención a mi." dijo Tecchou, un poco bromeando, un poco serio.
Tecchou nunca había tenido gatos en su vida, aunque siempre quiso uno. Pensaba que eran animales muy independientes y él respetaba aquel sentido de individualidad. Así que cuando Jouno le dijo que irían al lugar perfecto para estar rodeado de pelaje, gruñidos y tortura con garras, tal vez pensó que lo llevaría a la sala "roja" de interrogación de criminales. Cuando el taxi los dejó enfrente del Cat Café más visitado de la ciudad, Tecchou se sentía como niño en navidad. Luego se sintió como un tonto porque ¿por qué Jouno lo llevaría precisamente a la sala de interrogación en primer lugar-?
"¿Celoso de un gato?" interrumpió Jouno burlonamente, mientras fingía abrazar a la esponjosa criatura, la cual aparentemente ya no quería ser abrazado por nadie y que definitivamente estaba dispuesto a destrozarle la cara a su cita. "¡Oye! ¿¡No era que me amabas?! Gato traicionero."
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La cita
Fanfiction⁉️🗯🖤 Continuación de Cuestiones Románticas Desde el punto de vista de Tecchou; este se prepara para mentalmente para la inesperada cita.