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El rostro sonrosado del menor era un totalmente espectáculo para él, aunque mantener los ojos serrados y su atención en sus acciones no lo dejaban disfrutar mucho la vista, pero valía la pena, Lee know espero toda una eternidad para que este momento caluroso con su omega sea dado que no sabe cuál de sus dos cabezas debería usar en está habitacion.
Él siente el paraíso en sus labios mientras impactaba con su piel suavemente.
El aleteo en el estómago, su vergüenza, yendo a un drenaje, al no tener pudor ni razón de ahorita se hallen en casa de su novio para supuestamente ver una película. A Lee no le importaba, solo seguir tomando a su bebé con un estilo de pasión indomable era su preciado lujo del presente.
Pero.
Al parecer se le olvido de que tipo de omega era su bebé.
─ ¡A-ah! ¡Honnie! ─ chilla el rubio al sentir los labios contrarios tomar un rumbo por debajo del mentón, casi en el cuello. ─ ¡Knowie!
¡Oh, vaya!
El alfa para en seco, subiendo la cabeza para verificar no haberle hecho daño a su omega, mirándolo tan preocupado como si su alma dependiera de un hilo muy Delgado.
─ ¿Que pasó, Channie? ─ pregunta con un tono sorprendentemente suave y alarmado. La mayoría de veces el describía su voz como una gélida si se trata de usar con el resto, pero para el pálido, le salía dulce y serena.
Minho se quedo confundido al momento en que Christopher abre lentamente los ojos, mostrando esa figura de un ardilla pequeño enojon, tomando contacto visual directo, y luego haciendo un puchero.
─ Se supone que veríamos películas... ─reprocha en un murmuro con las mejillas sonrosadas, en parte si era la razón. Minho suspira algo aliviado, aunque un poco decepcionado, esta tan cerca... como las otras treinta y cuatro veces.
Si, el las contaba.
─ bueno, al menos sólo era eso. ─habla para si mismo acomodandose otra vez al lado de él omega. Hoy no será el día.
Christopher ladea su cabeza y toma una boca de aire con el propósito de seguir continuando la película de princesas que se habían ver al principio, sin embargo, este lanza un grito dramático grito de horror al visualizar el pase de los créditos en un fondo negrusco, cayendo en cuenta que no apretó el cuadrático que significa “Stop” en el momento debido.
─ ¡Por culpa de hacer esas cosas raras no ví la parte dónde Tiana convierte en humana! ─lloriquea el omega ─¡Has destruido MI infancia!.
El regaña y minho se encoje un poco en su lugar.
─ Pero Christopher, ya has visto esa película millones de veces, ya te sabes esas partes al derecho y al revés.─se intenta excusar el castaño. ─, además no es cosa del otro mundo no se-
Rápidamente, minho siente una mano en su boca, y de soslayo, un chris con las mejillas ceñidas del rojo más fuerte que haya visto en toda su vida sosteniendo los labios del alfa, que arquea una ceja cruzándose de brazos, desorientado.
El castaño abulta los labios aunque su novio no los vea por la mordaza carnal que la cubría, solo con chris hacía esas acciones bajas, los demás ni en sus sueños asistibaran a un Yang Minho con un puchero.
No, no.
─ ¿Dbije adlgdo madbo? ─intenta hablar bajo la mano que lo cubría. El rubio niega. ─ ¿ebntonbcesb nobtebgustbtod?
Lo último suena desanimado. Christopher frunce el seño levemente, claro que si le gustaba las sensaciones que les transmitió el alfa momentos anteriores. Solo se trataba de otra cosa, Algo como inseguridad.
Estaba seguro de que más allá se la vergüenza, Lee know creía que se trataba de su inocencia el hecho que lo impide llegar a realizar el siguiente paso de la relación, ya que sería su primera vez. No obstante, era todo lo contrario, Christopher sabía perfectamente conllevar temas sexual, sabía que esos besos en el cuello que le ofreció su novio iban a bajar poco a poco a hasta llegar “ahí”.
Y a decir verdad, Christopher le tiene miedo a ser... Ser “lastimado” en esa rudeza del momento. El día en que su hermana mayor, Bang Lalisa, regresó a casa luego de que está haya pasado su celo con su novia, y acompañada de una novedosa marca que representaba el reclamo de un alfa, la forzó a contarle con detalles aquella experiencia.
Incluso si la pobre lalisa se encontraba ese día muy adolorida, está no desmoro en narrar cada suceso para que la deje descansar. Él rubio juraba que llegó a explicarle las posiciones que tomaron ella y Jennie, quedaron que eran dolorosas y extrañas, muy excéntricas para su persona.
Niega la cabeza, sacándole esas ideas.
─ Sólo quería verla ─demanda apagando la pantalla para regresarla en televisión por cable normal. Tira el control por la mesita de su lado y apoya su cabeza en plano del pecho de su alfa, Christopher presiente calidez y los latidos contrarios en sus oídos. ─ Knowie...
─ ¿Que?
─ ¿Me amas mucho? ─pregunta levantando sus ojos en dirección al pelirosa. Minho envosa una sonrisa y le da un beso con cariño en la frente.
─ Es obvio que te amo, channie, tanto que moriría por ti ─contesta sin titubear. El Rubío abre los ojos con demasio y le tira un golpe sonoro en el hombro─. Auch ¡¿Y eso?!
─ ¡Es por decir que morirías por mi! ─reprocho─. Tu no vas a morir Knowie, es más, eres inmortal, o más te vale serlo o jamás te vuelvo a hablar en tu vida y encima lloro.
Intenta amenazarlo fulminandolo con los ojos para cruzarse de brazos y el alfa tuerce los ojos con miedo.
─ L-lo que tu digas, bebé.
Porqué si, Christopher a pesar de todo era el bebé de Minho. Aunque el castaño se trate de una celebre alfa que marca pavor en cada paso que da, conllevando todos los días de su vida una chaqueta tan oscura como describían su corazón, y una fuerza férrea en los campeonatos contra los adversarios de la escuela. Él sólo tenía un omega a quien amar.
Y a quien temerle a veces por qué lo ama mucho.
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