CAP 60, errores del pasado /2

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Pov Airis

Todo estaba en silencio, ninguna dijo nada desde que salimos de la U.A, aviamos decidido ir por las cosas de Ángela para que se fuera a vivir lo más pronto posible con nosotras, fue algo complicado explicar a los héroes que custodiaban la salida, no estaban seguros de si dejarnos ir tan pronto pero al final logre que nos dejarán ir.

Mire a mi derecha, Ángela sostenía mi mano como si su vida dependiera de ello, Kitty estaba siendo cargada por Ángela quien la tenía con fuerza como si se tratara de un peluche, Kitty en ningún momento se quejó.

Ángela: e-es aquí... -se detuvo al hablar mientras con la mirada me indicaba el lugar de su hospedaje- m-mi cuarto esta en el sexto piso ..

Asentí y nos adentramos a el edificio, precio e el botón del ascensor, nos adentramos a el y se cerraron ala puertas.

La máquina subía lentamente, en la parte superior brillaban los números a medida que cambiando de piso.

Por cada piso que ascendiamos Ángela apretaba con más fuerza mi mano, como si le temiera a lo que se avecina, Kitty también lo noto, me miró de reojo, su mirada era triste y de preocupación.

¡Dig!

Sonó la campanilla del ascensor, Ángela se tomó su tiempo antes de poner un pie en el pasillo, respiro ondo y empezó a caminar.

Mientras caminaba fui mirando las puertas, ventanas, paredes, todo en general del lugar, era algo viejo el lugar, se notaban en las pequeñas y apenas visibles telarañas, la pintura no era la más colorida, era de un color similar al ocre.

Ángela se volvió a detener, soltó mi mano con algo de nerviosismo y la metió a su bolsillo, saco una llave y la introdujo en el cerrojo, en cuanto abrió la puerta sentí que iba a sucumbir, como pude me agarré de la pared sin hacer mucho ruido.

Ángela no notaba mi estado, ella solo miraba el lugar con algo de tristeza y desagrado, avanzo a dentro y fue a buscar sus cosas mientras seguía en su mundo.

Algo en lo más profundo de mi gritaba que saliera de ahí, que tomara a Ángela y nunca más volviera a ese lugar.

Las feromonas que desprendía el apartamento eran agrias, nada atrayentes, la atmósfera detona tristeza y desesperación, era como si de puerta para dentro el ambiente cambiará a uno lúgubre y gris, uno en el que nadie desearía estar, todo se mezclaba en una perfecta sincronía que solo te provocaba querer irte, el ambiente tan pesado solo reflejaba el dolor que almacenaban aquellos muros.

Sentí que me mareaba, me sostuve la cabeza cuando por mi mente pasaban borrones, como si fueran pedazos de una película rayada, las voces que empecé a persigue estaban algo distorsionadas, note como mi cabello brillo para luego todo ser nada más que blanco para mí; en ese momento todo llegó a mi de forma abrupta.

<<¡Porfavor no en odies!>>

Esa vos le pertenecía a mi pequeña angelito, su silueta en un rincón, asustada, impotente, enojada con ella y con la vida.

<< Y-yo... ¿Crees que estuvo bien que le dijera esas cosas a ella?>>

Sostenía el teléfono con temblores, sus lágrimas amenazaron en salir.

<< Yo no quería... >>

Cada imagen sentía que era peor que la anterior, ver como se rompía poco a poco llegando al punto del quiebre máximo.

<<So-solo quiero que el dolor se vaya...>>

Ver las exageradas cantidades de sangre que se esparcían por el lugar me dieron náuseas, no quería seguir viendo eso...

nueva vida, nuevos retos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora