Fuiste el fruto de esas noches
La piel cálida sobre la sábana, una humedad insoportable en el pecho
En el susurro de las gotas, cuando todo parecía desesperante, y un montón de voces callaban al mismo tiempo.
Era el escándalo de la una, una tragedia sin precedentes
Un espadazo entre las costilla no resolverá todo esto, y la idea de que la soledad haga mella en mi pecho se hace tan insoportable que cubre la cama junto a mí.
Un cambio tan fuerte, la juventud en flor.
Demasiado para asimilar.