Tigrecino volvía de un entrenamiento de combate. Había conseguido derrotar a Rojera, pero Zarpa de Nieve lo derroto. Tigrecino vio cómo Zarpa Blanca sus iba de caza, pero no parecía muy feliz. Vio a Zarpa de Trueno, devorando un ratón.
- ¿Es que no tienes nada más que hacer? - le preguntó.
Pero se fijo en el aspecto de su hermana, era como si hubiera entrenado el día entero, incluso la noche.
- Ya me he ido en una patrulla de caza, otra del atardecer. Y aparte, ayer derrote a Zarpa Blanca y a Zarpa Negra - le explicó.
Tigrecino la miro impresionado ¿había derrotado a Zarpa Negra? se dio cuenta de cómo la aprendiza negra le lanzaba miradas hostiles a su hermana.
- ¿Quieres venir a entrenar en la hondada? - le preguntó.
- ¿Y molestar a nuestros mentores cuando se están zampando un conejo recién cazado? ¡no gracias! - maulló Zarpa de Trueno.
- Pero nosotros solos - maulló él, viendo como a su hermana le costaba resistirse a pelear.
- ¡Esta bien esta bien! ¡tú ganas! - exclamó, dirigiéndose a la entrada del campamento.
Tigrecino siguió a su hermana hasta la entrada del campamento. Allí se encontraron con Nubarro y Florena.
- Pero, ¡si no quieres ser curandero no lo seas! - exclamaba su hermana.
- Pero quedaría cómo un... ¡no es tan sencillo dejar de ser curandero! - protesto él - por mucho que no quiera serlo.
- ¡Ya encontraran a otro aprendiz! - exclamó Florena.
- Pero Garra de Leon... se sentirá mal - se lamento Nubarro.
- El lo entendera - maulló Florena.
Zarpa de Trueno miro a Nubarro y a Florena. En ese momento Tigrecino intento animarlos.
- ¿Queréis ir a entrenar nosotros solos? - preguntó.
- ¡¡Claro!! - exclamó Florena, mirando a su hermano.
- ¡¡Pues yo también voy!! - gritó Rojera.
- Pues vamos.
Los cinco aprendices se dirigieron a la hondada de entrenamiento. Allí empezaron a planificar contra quien combatiría cada uno.
- Florena puede pelear... ¡contra Zarpa de Trueno! y yo contra Rojera - explicó Tigrecino - quién gane entre Rojera y yo peleara contra Nubarro.
- ¿Puedo enseñarle algunas técnicas de combate a Nubarro? - preguntó Zarpa de Trueno.
- ¡Pues claro! - exclamó Florena - así entrenamos un poco antes de empezar el torneo.
Tigrecino vio cómo su hermana se alejaba con Nubarro. Así que empezó a darle zarpazos a un tronco. Al final, Zarpa de Trueno volvió con Nubarro.
- ¡Ya podemos empezar! - gritó.
Todos se reunieron junto con Zarpa de Trueno.
- Empecemos por el combate de Tigrecino - maulló.
Tigrecino miro a Rojera, vio cómo ella se abalanzaba contra él. Intento darle un manotazo pero era demasiado tarde, Rojera estaba encima suyo. Estaba a punto de inmovilizarlo cuando el se zafo. Intentó hacer la técnica de ataque a los tejones, pero no lo consiguió y cayo de cabeza al suelo. Tigrecino aprovecho a lanzarse a por ella en ese momento, pero Rojera le dio un manotazo en el hocico y se libro de él. Tigrecino intentó saltar encima de Rojera, pero ella lo esquivo fácilmente. Rojera intentó darle manotazos en la barriga, así que se puso debajo de él. Tigrecino aprovecho y puso todo su peso hacía Rojera. El pesaba mucho mas que la delgada gata, así que ella no pudo librarse de él.
- ¡¡Sueltame!! - exclamó debajo de su barriga.
Tigrecino se levanto y vio cómo Rojera salía de debajo suyo.
- ¿Tu cuantas raciones de conejo te comes al día? - preguntó la gata, burlona - porque a mí me parece que comerás dos zorros enteros de conejos.
- Yo creó que se ha comido al monstruo contra el que pelearon los Clanes - fanfarroneo Zarpa de Trueno, siguiendo el juego a su amiga.
- ¿Lo has visto? - preguntó Florena, sorprendida.
- Sí, luego os lo enseño. Garra Rápida me lo enseño - explicó ella.
Ahora le tocaba combatir a Zarpa de Trueno y Florena. Zarpa de Trueno corrió hacía Florena, fingió que iba a saltar, pero en realidad se metió debajo de sus patas, le cogió las patas con la mandíbula y la giro. Florena dio una voltereta, y cuando estaba tumbada, Zarpa de Trueno le inmovilizo.
- ¡Wow! - exclamó Nubarro - ¡eres super veloz y buena en combate!
Tigrecino sabía que su hermana tenía un poder especial. Pero esa técnica de combate no la había visto nunca, Garra Rápida no hacía esa técnica, mas bien, nadie del Clan hacía esa técnica.
- ¿Cómo la has hecho? - preguntó Rojera, un poco celosa.
- Se... se me ha ocurrido - contesto Zarpa de Trueno, sin rodeos.
Tigrecino sabía que su hermana ocultaba algo, pero no sabía el qué.
Tigrecino combatió contra Nubarro, que lo derrotó enseguida. Ahora le tocaba contra Zarpa de Trueno en la final. Ella se lanzó a por él, intentó meterse entre sus patas.
<<Sabía qué haría eso>> pensó Tigrecino, poniendo todo el peso encima de su hermana.
Pero cuando miro hacía sus patas vio que no estaba, había escapado fácilmente, y en ese momento, que estaba tumbado bajo sus patas, saltó sobre él y lo inmovilizo.
- ¡¡Eres impresionante!! - exclamó Rojera.
- Lo único que he hecho es deducirlo todo. Al ver el primer combate de Tigrecino, vi que dependía demasiado de su peso, y cuando Rojera se puso bajo sus patas el se aprovecha de ello. Entonces, use una técnica de debajo de las patas con Florena. Cuando me toco con Tigrecino, fingí que usaría la misma estrategia, por lo que Tigrecino pensó que era un combate fácil. Pero pase por debajo de sus patas velozmente, y en el momento en el que estaba distraído salte sobre él - explicó Zarpa de Trueno.
Todos sus compañeros la miraron, impresionados. <<Me pensaba que Zarpa de Trueno dependía de su poder, pero resulta que también es lista>> pensó Tigrecino.
- Bueno, ahora queríais que os enseñara el monstruo, ¿no? - preguntó Zarpa de Trueno.
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Los gatos guerreros los cinco Clanes
Ficção CientíficaHan nacido los de Estrella de Zarzas, Pequeña Trueno, Tigrecillo y Pequeño Blanco. Ambos van a tener que enfrentarse a peligros juntos.