𝙎𝙈𝙐𝙏 | 𝙎𝙏𝙍𝘼𝙉𝙂𝙀𝙍 𝙏𝙃𝙄𝙉𝙂𝙎 𝘾𝙃𝘼𝙍𝘼𝘾𝙏𝙀𝙍𝙎

𝓼𝓶 𝙎𝙩𝙚𝙫𝙚 𝙃𝙖𝙧𝙧𝙞𝙣𝙜𝙩𝙤𝙣

Resumen: Steve quiere probar algo nuevo. Como era de esperar, se trata de dos de sus cosas favoritas: tú y las tetas.

Advertencia: obscenidad, acción con los pechos 

"¿Vienes otra vez?

"Quiero follarme tus tetas".

Enarcaste las cejas, sin entender muy bien lo que te estaba pidiendo. "Osea como en...

''Tener sexo con tus tetas''. Steve se frotó la nuca en busca de una forma de explicarlo mejor sin parecer tonto. "Tú eh... las empujas - tus tetas - juntas y yo deslizo mi pene entre ellas. Como follar entre tus piernas, pero con las tetas en lugar de deslizarme en ti''.

El concepto era bastante simple y no encontraste el atractivo, pero si Steve quería probarlo, te dejarías follar felizmente las tetas. Le gustaban tanto que la idea no era tan sorprendente.

''Oh. De acuerdo''. Soltaste una risita, moviéndote en el sofá. ''¿Quieres hacerlo ahora, o?''

"¿Quieres?

Te encogiste de hombros, con una sonrisa indiferente en los labios. "¿Por qué no? De todos modos, la televisión por cable era aburrida los jueves por la noche''.

Steve se levantó tan rápido que debió de sufrir un latigazo, te cogió de la mano y te arrastró escaleras arriba hasta su habitación. Aunque le gustaba bautizar todas las superficies y rincones de su casa, prefería ensuciar sus propias sábanas antes que tener que explicar a sus padres por qué su sofá necesitaba ser mandado a lavarlo.

Comenzó a desvestirse antes de que pudieras llegar a la cama y no pudiste evitar reírte de su afán. Copiaste sus acciones y te quitaste la camiseta, deteniéndote cuando te desabrochaste el sujetador.

''¿Debo dejarme el sujetador puesto? No van a estar tan juntas si me lo quito''.

''Fuera''. No había ninguna duda en su voz. "Por favor. Fuera''.

Desenganchó la espalda y liberó sus pechos y dejó caer el sujetador sobre el suelo enmoquetado, el frío de la habitación despertando sus pezones. No estaban tan separados ni caídos, pero todos los pechos naturales tienen un pequeño hueco en el centro. Así es como son.

"¿Dónde me quieres?", preguntaste.

La cabeza de Steve se movió en tu dirección, tratando de desenredarse del charco de ropa a sus pies. "Joder, qué guapa eres". Se estremeció al ver tus tetas, se le hizo la boca agua y se moría de ganas de agarrarlas.

Te indicó que te arrodilles en su alfombra y luego el se sentó sobre la cama, manteniendo su peso sobre sus muslos a ambos lados. La emoción brillaba en sus ojos mientras te miraba. No podía creer que esto estuviera sucediendo realmente.

Steve no pudo evitarlo, tomando tus pechos entre sus manos y amasándolos, haciendo que su polla se moviera sobre tu estómago. Le encantaba lo suaves que se sentían y cómo sus dedos se hundían en tus pechos. También le encantaba cómo se sacudían casualmente cada vez que te reías.

Los dos tarareasteis de placer: era tan bueno con sus manos.

''Tan hermoso'', se dijo a sí mismo mientras contemplaba. Entonces, Steve te sorprendió pasando la punta de su lengua alrededor y sobre el pico de tu pezón, y tomándolo entre sus labios para besarlo anhelantemente.

Cerraste los ojos y gemiste.

"Mmh, también sabe muy bien". Cambió de pezón y una pequeña risita salió de tus labios.

Si te sientes deprimida, búscate un Steve Harrington. Te colmará de cumplidos y adorará tu cuerpo cada vez que pueda, convirtiéndote en su falso dios personal.

"Steve", ronroneaste, arqueando la espalda contra sus labios.

Él sopló en tu pezón, haciéndote temblar. "Volveremos a esto más tarde". Él inclinó el cuello para besar tus labios.

Tu mano se abrió paso por su espalda mientras tu otra le daba unas cuantas caricias a su polla con dedos torpes, haciendo que Steve suspirara de placer. Cuando su punta empezó a gotear, se retiró y cogió el lubricante, enroscándose.

La primera vez que su polla rozó entre tus tetas, Steve dejó escapar un profundo gemido. Esto era simplemente fantástico.

Juntaste tus pechos mientras él mecía su polla entre ellos, deslizándose fácilmente y excitándose con la fricción. "¿Se siente bien, Steve?

Steve tarareó, apenas capaz de hablar. La fricción de tus tetas contra su sensible y rosada cabeza era suficiente para que su cuerpo se estremeciera de placer.

''Tan bien... ugh''. Él miraba con los ojos hinchados. "He estado pensando en esto durante mucho tiempo". Agarró tus tetas con avidez, juntándolas y acariciando tus turgentes pezones. ''Es una vista tan bonita''.

Sonreíste debajo de él y Steve sintió que el corazón se le subía a la garganta. Los gemidos que salieron de sus labios fueron impiadosos. Nunca habías pensado que algo tan... sencillo pudiera hacerle gemir tan fuerte.

Una idea surgió en tu cabeza e inclinaste el cuello hacia abajo para lamerle la punta mientras subía, haciendo que Steve echara la cabeza hacia atrás, con las caderas tartamudeando hacia delante por la sorpresa y el placer.

"Mierda... Un gemido profundo le siguió, más pre-cum que goteaba. Su lengua salió lentamente para lamerlo, saboreando su sabor en su lengua. "Me vas a matar, traviesa".

Una sonrisa cruzó tus labios. Steve estaba en el paraíso absoluto ahora mismo, la sensación de tus suaves tetas rozando su polla

Por desgracia para ti, dos podían jugar a este juego.

Un tumulto de gemidos salió de tu boca cuando Steve hizo rodar uno de tus pezones entre el pulgar y el índice de la manera que te gusta, sonriendo diabólicamente sobre ti.

Un par de confianzas después, notaste un pliegue entre las cejas de Steve, lo que te indicaba que estaba cerca. Podía sentir la excitación que se estaba produciendo, acumulándose en sus pelotas. Sin embargo, no se detuvo con sus caderas, erráticas con sus empujones.

''Correte en mis pechos, steve'', le animaste, agitando y empujando tus pechos para llevarle al clímax. "Haz un desastre en mis tetas".

Eso lo hizo, pintando tus tetas y clavículas con su semen.

Cuando terminó, le acercaste y le diste un profundo y febril beso, enredando tus dedos en el pelo de Steve. Su semen estaba llegando a su propio pecho, pero no le importaba. Para eso están las duchas, ¿no?

"Deja que recupere el aliento, y luego te follare. ¿Sí?'' dijo contra tus labios, chocando su nariz con la tuya.

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