IV. Recuperando el tiempo perdido [MileApo]

Único

Advertencia 

Todo lo que ocurre en esta historia NO ES REAL 

Además sugiero que sean responsables con su edad y lean con mucho cuidado (Sé muy bien que hay mucha gente que es menor de edad, aún así advierto) 

Contexto: Esta historia la comencé a crear luyego de que Mile acababa de terminar su cuarentena, la segunda vez que le dió covid , así que yo sólo me imaginé esto, lol. 

Además esto es una continuación de mi otro oneshot, el número III, así que si no lo han leído, vayan a leerlo.

Ahora prosigamos y disfruten.

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Hace unos días, comencé a presentar signos de encontrarme enfermo, como el dolor de cabeza y garganta, pérdida del olfato y gusto, y más, lo que me hizo o más bien me obligó a realizar una prueba para confirmar si tenía la dichosa enfermedad que estaba de moda actualmente, covid, en una clínica privada de Bangkok me entregaron mi resultado, un resultado que jamás deseé y tampoco esperé.

Sólo habían pasado unos meses desde mi último contagio, lo que me hizo perderme de ver el final de mi serie y evitar estar junto a Apo.

Mierda. Seguramente ahora, me indicarán estar en cuarentena por lo menos unos siete días y sinceramente no me llena de ninguna satisfacción, además de bajarme todos los ánimos que había tenido para el evento de mañana junto al chico que me volvía loco.

Y efectivamente, el médico me envió a la cárcel por casi una semana, mi gerente tuvo que informar a la empresa para darme los días de licencia.

— ¡¿Cómo qué tienes covid?!— El grito de mi sexi moreno se presentó en la llamada telefónica. Me encontraba en casa luego de recibir el desgraciado resultado que condenará mi libertad en un lapso de tiempo definido.

Apo estaba realmente preocupado por mi estado de salud, además de ser la primera persona a quien contacté para avisar de mi caída a la enfermedad.

—Ya me lo han confirmado, estaré unos días en cuarentena— Informé, aún con el teléfono en mi mano para escuchar su tierna y melódica voz que poseía.—Pero no te preocupes, estaré bien.

— ¡¿Realmente me dices eso?! ¡¿qué estarás bien?! ¡Phi, por favor, sé realista! En tu otro contagio acabaste muy mal, tu salud empeoró.—Sabía lo mal que estaba cuando le conté de mi actual estado, incluso podía lograr escuchar su respiración acelerada, era como si estuviera corriendo una gran maratón de muchos kilómetros.

—Apo, sólo tranquilízate— Intenté calmarlo aún escuchando sus gritos de lo preocupado estaba por mi salud.

— ¡¿Crees que sólo decir eso me va a calmar?!