El murciélago había llegado a la baticueva, adolorido y con algunas partes de su traje destrozadas después de haber tenido una tediosa pelea con su más grande enemigo.
Lo hizo correr por un gran hospital abandonado. Tenía un par de bombas en entre sus ropajes morados, las cuales iba lanzando al héroe.
Se suponía que el sonriente villano iba a explotar todo el edificio con bombas que se encontraban esparcidas por todo el centro sanitario.
Aunque... ¿Por qué se molestaría en atraparlo si el hospital iba a ser demolido en algún momento?, estaba abandonado después de todo; no tenía ninguna utilidad.
Pues, sencillo, el enmascarado héroe sabia que no era más que un juego inofensivo -por más preocupante que sea lo de las bombas-. Pero aún así decidió seguirle su juego.
Recuerda haberse reído o sonreído con el Príncipe del Crimen mientras lo perseguía por todo el edificio. La risa del villano es tan escandalosa y estrenduosa, tanto que llegó a causarle gracia en ese momento.
Y aunque, sí, en algún momento todo se vendría abajo, era como un juego de niños... «Las traes».
Al héroe le resultaba realmente inocente y cómico que el Joker alertara a Batman por el simple hecho de jugar con este y llamar su atención un rato. Cómo era de costumbre.
Al final de la persecución el heterocromatico había llevado al de ojos azules al último piso del antiguo edificio.
Se limitó a quedarse quieto y mirarlo atentamente mientras el de tez blanquecina sonreía de oreja a oreja con cierta diversión; para luego abrir su boca y decir:
—¿No fue divertido? —pronunció en un tono de pregunta con cierta felicidad. Estaba sumamente eufórico— ¡Extrañe muchísimo nuestros juegos, cariño!
—No es tiempo para tus payasadas. Dime dónde están las bombas, ahora. —el enmascarado intentó sonar lo más serio posible, por más que tuviera una sonrisa juguetona, aunque leve, en su rostro.
De repente, el payaso empezó a reírse descontroladamente. Lo cual confundió al mayor.
—¿De qué te ríes ahora?— cuestionó el azabache, bajando la guardia.
—¡No, no, no, por nada! ¡Solo que dijiste algo gracioso!
El hombre dejó de reírse repentinamente y miró a su contrario con una sonrisita divertida.
—Ya es hora—se lamió los labios y empezó a retroceder-. ¡Adiós, mi rey!
El payaso estaba apunto de escapar por una ventana, pero Batman lo agarró del brazo rápidamente.
- ¡Hey!
- Si esto se viene abajo, nos vamos abajo igual- lo atrajo hacia él.
- ¿Te crees que el edificio va a explotar, en serio?-dijo incrédulo.
- ¿Si?
-...-movió sus ojos de un lado a otro confundido, para luego fruncir el ceño con una sonrisa divertida-. No, Batsy.
- ¿Qué? ¿Cómo qu-?-no pudo terminar la frase ya que las bombas explotaron. Su primer instinto fue cubrir al Joker para que las explosiones no dañaran sus tímpanos.
Luego de asegurarse que el impacto había pasado. Miró al Joker quien estaba un poco aturdido, empezó a reírse a carcajadas después de recuperarse de la sorpresa -pues no se suponía que tenía que estar ahí para su explosión-. El azabache miró a los lados y vió un montón de, lo que parecía ser, espuma rosa a sus alrededores y cubriéndolo a él.
- ¿En serio?-dijo el estupefacto héroe.
- Ehh... ¿Sorpresa?-rió.
El más alto suspiró resignado. Intentó moverse pero la consistencia rosada no lo permitió.
- ¿Qué es? -Dijo repugnado por la consistencia. Olfateó, olía a algo dulce. Sin duda el menor había gastado un montón de azúcar en este plan-. ¿Algodón de azúcar?
- ¿Qué? ¡No!
- huele a azúcar con algún producto de limpieza... ¿Cloro?
- ¡Bingo!, Mezclado con chocolate y caramelo-sacó la lengua. Ya que Batman lo había cubierto tenía la capacidad de movilizarse libremente y sin ningún problema.
- Es asqueroso; está viscoso- el más alto hizo una mueca de desagrado.
- ¡Lo sé!-Dijo alejándose lentamente del héroe. Miró su reloj de mano y le sonrió nuevamente.
Ahora su contrario estaba inmovilizado, por lo cual, está vez, sí podría correr y escapar.
-Aunque no explotaron todas... Así que... ¡ADIÓS! -dijo el payaso sin dejar que el murciélago dijera algo.
El payaso le sacó la lengua con diversión, y abandonó el lugar por la ventana por dónde iba a escapar anteriormente.
- ¡Joker! ¡Agh, mierda, no te atrev-!- Antes de que terminara la frase, las demás bombas explotaron, llenando el lugar.
Volviendo a la baticueva. Bruce no sabía bien como había escapado... Pero salió del edificio. Casi ahogándose, pero escapó.
El murciélago se había quitado su traje. Estaba limpiándose las heridas que la pelea le había causado, además, la rosada mezcla había estado tanto tiempo en contacto con su piel -en específico, la parte de su mentón- que hizo que estas se irritaran de alguna forma.
Suspiró pesadamente. Pensó en su enemigo, «¿Acaso le hizo daño algún golpe?, ¿La mezcla le habrá afectado cómo a mi?», supusó que sí.
Miró a los al rededores de su oscura cueva. Y volvió a suspirar, aburrido.
En seguida empezó a mirar información sobre otros casos. No podía centrarse simplemente en el hombre de cabellos verdes.
Aunque él fuera el único que rondaba su mente todo el tiempo.
«Agh, es tan insoportable. Es tan pegajoso..., Es tan... Dulce» pensó el héroe en su silla mientras veía la baticomputadora.
¿Tan dulce? ¿Había pensado bien? Negó con la cabeza rápidamente, ¿Por qué lo hacía pensar así?
Aunque, bueno, siempre pensó así de él.
- y tan odioso; sal de mi mente ya-murmuró algo molesto.
Suspiró rendido una última vez y echó su cabeza para atrás. Estaba estresado, cómo odiaba que el payaso ocupará casi todos sus pensamientos.
- Mierda. Lo odio tanto, ¿Por qué es así?
Frunció el ceño. Vió cómo en sus guantes aún tenían un poco de mezcla rosa. La agarró y empezó a jugar con la consistencia. Rió ante su propio gesto.
- Ingenioso. Es tan pegajoso, dulce y azucarado cómo tú, Joker...
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BATJOKES | sugar
Fanfiction"El azúcar en exceso puede provocar la muerte, Joker, ¿lo sabes?" "Entonces, yo seré tu perdición, Batsy." El azúcar y la sal; la miel y la pimienta... Son completamente contrarios pero se complementan. Igual que ellos.