6.- Chifuyu Matsuno ʚïɞ

396 15 2
                                    

.
.
After the storm
.
.


No sé cómo llegué a ese punto de borrachera en el cual siempre lloras por lo que sea. Ahora mismo estaba llorando por mi ex.

-¿Por qué? -le pregunto Chifuyu, él solo se queda mirándome con una mezcla de preocupación y tristeza.

-No lo sé. Sabías muy bien la fama que tenía, todos me lo advirtieron -me veía con una mueca de tristeza- Vamos, deja de llorar, no vale la pena.

-Es que me parece tan estúpido todo esto. Tú me advertiste, sin embargo no te creí. Perdóname, Chifuyu -le dije al chico que había sido mi mejor amigo los últimos años.

Me mudé a este lugar hace seis años, y después de llevarles postres a los vecinos por mi llegada, el primero en hablarme fue Chifuyu, quien es mi vecino de al lado. Poco a poco nos hicimos amigos y, bueno, aquí estamos.

-Ya no importa, ¿sí? -seguía acariciando mi cabeza con ternura.

Nos quedamos un rato en silencio, yo tratando de que se me bajara el alcohol.

-Chifuyu, ¿tú me harías eso? -pregunté con voz temblorosa.

-Nunca lo haría. Tú necesitas a alguien mejor que él.

-¿A alguien como tú, tal vez? -dije tratando de molestarlo y aliviar mi tensión.

Su cara se tornó completamente roja y yo solo me reí ante eso.

-Deberías dormir, ya estás en ese punto cuando dices tonterías -se empezó a reír, intentando ocultar su nerviosismo.

-Tal vez sí...

-Sí.

-Quiero dormir contigo.

-Está bien, solo no seas ruidosa.

-¿En serio ronco tan fuerte?

-No, por supuesto que no, solo pareces un camión -dijo, burlándose.

Mientras seguía molestándome con eso, me acomodé en sus piernas y abracé su cintura.

-Estás más grande -dije, tocando su cintura.

-¿Eso es malo?

-Mejor para mí, duermo más cómoda.

Me seguí acomodando y, antes de dormirme, sentí cómo Chifuyu me tapaba con el cobertor.

-Te quiero, borracha -dijo en voz baja.

-Yo a ti, teñido -respondí, dejándome llevar por el sueño.

-Ya duérmete -susurró, con una sonrisa en los labios.

Después de esa pijamada con Chifuyu pasaron unos días y mi ex empezó a llamarme. No respondí sus llamadas ni sus mensajes. Este patrón continuó por unos días, pero fue mucho más insistente, incluso llegando a llamarme a mi lugar de trabajo. Yo seguía ignorándolo y, si respondía, de inmediato al escuchar su voz colgaba la llamada. Seguimos así hasta que un día, llegando del trabajo, él estaba en mi puerta.

-Qué mierda.

Fue lo único que dije cuando lo vi.

-Hola. Perdón por llegar de la nada. ¿Podemos hablar? -tenía una expresión arrepentida.

-Si no te respondí ni una llamada es porque no quiero hablar contigo. No tenemos nada de qué hablar, Ryota.

-Yo sé que lo que hice estuvo mal y que... -no quería escucharlo, solo lo veía hablar.

ᴛᴏᴋʏᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ ¦ ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ ʏ ᴇꜱᴄᴇɴᴀʀɪᴏꜱ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora