Las penas se alivian con alcohol y no con agua señor...- hablouna mujer con un vestido azul cielo.
Siria... —dijo totalmente poseída por los ojos color negro dela contraria. Estuvo apunto de aceptarle la bebida hasta querecapitulo las palabras dichas por esa atractiva desconocida —.Espera ¡Te equivocaste de género!
¿Es así? —con una sonrisa traviesa se acercó peligrosa alrostro delicado de la árabe —. Con esa ropa, ese cuerpo y eserostro cualquiera diría que eres un chico.
Las mejillas de Siria se tornaron de un rojo intenso por laspalabras y la cercanía de la guapa rubia desconocida. Por lavergüenza e inconsciente le dio un trago a la cerveza queanteriormente le habían ofrecido. No tenía la mejor resistencia alalcohol, para no decir que era nula, y con ese simple trago sintiósu cuerpo menos tenso.
¿Has oído hablar del espacio personal? —preguntó utilizandoel mismo tono sarcástico que la desconocida uso al principio de laconversación. Y con un poco de valor que le había dado el alcoholle dio un pequeño empujón en el hombro a la rubia para hacer elintento de alejarla.
Sí, es de mis cosas favoritas de hecho~ —le dedico una miradatraviesa mientras daba un trago a su propia cerveza —. Pero por unpar de ojos verdes y un cuerpo tentador como el tuyo puedo olvidarmedel espacio personal por un tiempo.
La rubia acomodó uno de los cortos mechones rojos tras su oreja,la Siria se sonrojo por el acto de la tricolor rubia. Si bien ya notenía el cabello largo que le daba más aspecto femenino como en suadolescencia, por el exceso de trabajo no había podido cortarlo yahora le llegaba un poco más abajo de su mandíbula, eso hizo que sesintiera incómoda y por lo mismo volviera a beber de su botella.
¿Estás coqueteando conmigo he niña? —preguntó en voz altadándole un cuarto trago a su cerveza sintiéndose más relajado.
Así es~y por cierto cariño mi nombre es Venezuela~ —respondiósin pelos en la boca aún con esa sonrisa traviesa que estabaprovocando a la más alta.
Soy mujer —dijo tajante pues por alguna extraña razón noquería engañar a esa atractiva mujer—... solo estoy disfrazadacomo hombre para cuidar mi imagen.
De hecho mi vida, te creí la primera vez —sonrió con picardíabebiendo de su botella —. Tienes unos gustos interesantes, Siria~.La de medio oriente entendió perfectamente la insinuaciónsintiéndose bastante avergonzada por estar travestida. Y le dio untrago hondo a su bebida tratando de que su vergüenza desapareciera.
Pues sí, me gustas tú por ejemplo —declaró con un gransonrojo evitando la mirada carbón de la rubia.
Se arrepintió en seguida mordiéndose la lengua avergonzado. Y esque decirle a una completa desconocida que te gustaba no es del todonormal, tampoco no era que no fuera cierto ya que en verdad se sentíaatraída por la sexy rubia que tenía a un lado. Esperando lo peorvolvió su mirada a la más baja por un momento, sin esperarse talrespuesta del contrario.
También me gustas —su tono de voz ya no era burlesco ni muchomenos sarcástico, era algo vergonzoso y sorprendido a la vez. Ademásde que en sus mejillas se pintaba un ligero color rojo que haciajuego con su ropa.
Pero soy‐...
Siria no me importa lo que tienes entre tus piernas, que porcierto no dejan de provocarme —dijo acariciando su muslo derechopor encima del pantalón haciendo que el sonrojo de la pelirroja incrementará —. Solo me gustaste y ya.
Iba a decir que soy una desconocida para ti —un puchero se formóen sus labios por unos segundos para después desaparecer entre losde la botella de cerveza. Esta se había quedado sin el amargolíquido y le pidió una segunda ronda al barman, sentía que si noestaba ebria no podría seguir la platica con la venezolana.
Ah sí, tampoco me importa —la mano que anteriormente acariciabasu muslo subió delicadamente por su cuerpo hasta llegar a su cintura—. Vamos a bailar un rato.
Con su mano en la cintura de Siria, la guió entré toda esamultitud que saltaba descontrolada y hacía movimientos tanto raroscomo obscenos. La rubia abrazo a la tricolor árabe pegando su cuerpocon el de ella, iniciando un ligero movimiento con sus caderas alritmo de la música.
Siria tenía las mejillas ardiendo, podía ser que su sonrojo nodesapareciera por toda esa noche. Los suaves movimientos de la másbaja se sentían bien pero eran un poco vulgares y eso hacía crecersu vergüenza, por lo que le dio un primer y gran trago a su nuevabotella esperando que el alcohol hiciera su trabajo.
Relájate un poco mi vida, ¿Sí? Intenta divertirte y déjatellevar por la música —le aconsejo a la vez que sus manoscomenzaban a trazar un camino por el torso de la árabe.
Esto es algo embarazoso —admitió tratando de hacerle caso a larubia, ingiriendo más de ese líquido para relajarse más de lo queya estaba.
¿Por qué? Después de todo... esto es lo que pasa en este tipode lugares —le susurro cerca del oído siendo seductora y pegandosu cuerpo a un más con el de Siria.
No estoy acostumbrado a estos ambientes —respondió a la vez queanalizaba el baile de las demás chicas para poder intentarlo peronoto algo raro Rusia estaba bailando muy pegado con otra persona untricolor que en el centro de su bandera tenia un águila comiéndoseotro animal, dio otro trago a la botellas, sintiéndose más libre ycon su lengua un poco suelta —. Soy más de pocas personas, elsilencio y la tranquilidad.
¿Y qué haces aquí? —quiso saber. La latina sintió a la másalta que comenzaba a moverse un tanto tímida entre su cuerpo, fueemocionante —. Acaso ¿Estás probando cosas nuevas?
No, vine obligado por un amigo pero lo perdí en cuanto entramos yya lo encontré —contó recargándose en la cabeza de la más bajamientras miraba al ruso. Venezuela solía quejarse mucho de suestatura pero esta vez adoraba la diferencia de altura con esa guapaárabe —. Debería estar discutiendo con Rusia en vez de bailar tana gusto contigo.
Tal vez~ —soltó una pequeña risa mientras se ponía de frentea Siria, iniciando un vaivén con su cadera contra la de la siriaquién lo sintió bastante provocativo —. Algún día deberíaagradecerle a tu amigo por hacer que te tenga aquí conmigo estanoche.
Siria solo río avergonzada por el comentario recién dicho,volviendo a beber de su cerveza. Suspiro abrazando a la más baja porel cuello y con los ojos cerrados siguió el ritmo de la músicamoviéndose al compás con las caderas de la contraria.
Y de hecho.
Ella también le agradecería por esa noche.
...Continuara...
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😳 ♡~Simples Desconocidas~♡ 😳
KurzgeschichtenSiria fue a una fiesta con Rusia a divertirse pero termina sola y en un lugar que no le gusta. Que pasara. Léelo si tu quieres Mi hermano es el que quiere yuri no yo